La movilización contra el virus del Ébola no debe conducir a “aterrorizar” al planeta y a estigmatizar al conjunto de África, advirtió el sábado la directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI) Christine Lagarde.

“Debemos manejarnos con una extrema prudencia para no aterrorizar al mundo respecto a África en su conjunto”, declaró la jefa del FMI en Washington.

La epidemia de ébola, que causó la muerte de más de 4.000 personas, está por el momento concentrada en tres países del oeste de África: Liberia, Sierra Leona y Guinea.

“Estos tres países están gravemente afectados y estamos tratando de ayudarlos en lo posible. Lo más urgente es frenar y contener” la epidemia, dijo Lagarde, y precisó que no toda África está contaminada.

“Las economías de los otros países siguen funcionando y creando empleos”, señaló.

Más temprano, la dirigente del Fondo había llamado a romper el aislamiento de los tres países, y se mostró en la conferencia de prensa con un prendedor en el que se podía leer: “aislemos al ébola, no a los países”.

La movilización de la comunidad internacional “debe servir para erradicar el ébola, no para aislar a los propios países”, dijo al presentar las conclusiones de la instancia política del FMI (el CMFI), que se manifestó a su vez preocupado por el impacto “humano y socio-económico” de la epidemia.

Según el Banco Mundial, la epidemia podría costar unos 32.000 millones de dólares al África occidental de aquí a fines de 2015.

El Comité de Desarrollo, organismo conjunto del FMI y el Banco Mundial, llamó el sábado a una ayuda financiera “rápida” y “coordinada”.

“Más allá de la tragedia humana, las pérdidas económicas registradas en los países afectados son desastrosas. Una acción y una ayuda financiera rápidas y coordinadas son indispensables para circunscribir y atenuar el impacto económico directo y duradero de esta crisis”, señaló el Comité.