El presidente turco Recep Tayyip Erdogan alzó el tono el jueves contra los manifestantes kurdos que protestan ante la negativa de Ankara a ayudar a a los kurdos de Siria, manifestaciones que se han saldado hasta ahora con 27 muertos.

Erdogan declaró que los incidentes son un intento de “sabotaje” de las negociaciones de paz que abrió su régimen con los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

“No toleraremos el más mínimo acto de amenaza o de intimidación que ponga en peligro la paz en Turquía”, advirtió el jefe de Estado.

A pesar del toque de queda vigente en seis provincias del sureste turco, de mayoría kurda, cientos de manifestantes volvieron a salir a las calles de Diyarbakir, Batman, Van o Siirt, donde lanzaron piedras y proyectiles contra los agentes, que respondieron con cañones de agua y gases lacrimógenos.

También fueron generalizados los enfrentamientos con partidarios de movimientos islamistas.

El jueves por la noche (hora local) murieron cuatro personas en Gaziantep, durante choques entre grupos armados con fusiles, cuchillos y hachas, informó la agencia de prensa Dogan. En Madin la policía mató a un manifestante, según el alcalde, Zeynep Dipçik.

Dos policías murieron en Bingol, por disparos, aunque se desconoce si el incidente estaba relacionado directamente con las manifestaciones.

Incidentes similares se produjeron en otras grandes ciudades del país como Estambul, Ankara o Mersin.

Los disturbios comenzaron la noche del lunes, cuando el principal partido kurdo del país (HDP) llamó a manifestarse.

Los kurdos turcos protestan por el rechazo del gobierno de Ankara a ayudar militarmente a la ciudad kurda siria de Kobane, fronteriza de Turquía, que lleva varios días asediada por los yihadistas del Estado Islámico.

Actualmente, los rebeldes del PKK están inmersos en un proceso de paz con el gobierno turco. Pero han advertido que la caída de Kobane (Ain al Arab en árabe) enterrará dicho proceso, iniciado hace dos años para poner fin al conflicto abierto desde 1984.

“Es evidente que este juego está destinado a sabotear el clima pacífico que reina en el este y el sureste, el proceso de paz y nuestra fraternidad”, dijo Erdogan en un comunicado.

“Tomaremos todas las medidas necesarias para combatir a todos aquellos que cometan tales actos de intolerancia”, apostilló.

Para que baje la tensión, el jefe del Partido republicano del pueblo (CHP, oposición socialdemócrata) propuso una operación militar puntual en la vecina Siria, para salvar Kobane.

Pero el canciller Mevlut Cavusoglu tildó la idea de “irrealista”.