La presidenta argentina Cristina Fernández denunció el miércoles en la Asamblea General de la ONU el “acoso” de los fondos especulativos que le ganaron al país un juicio en Estados Unidos llevándolo a default parcial y que esta misma jornada cargaron de nuevo con petición de desacato y multas de 50.000 dólares diarios.

Argentina es “un país que tiene voluntad de pago y tiene capacidad de pago. Y va a pagar su deuda a pesar del acoso de los fondos buitre”, dijo Fernández en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, asegurando que los fondos a los que califica de “buitres” practican “terrorismo económico y financiero”.

“Los fondos buitre amenazan y hostigan provocando rumores, infamias e injurias. Son el terrorismo económico y financiero. No solamente son terroristas los que andan poniendo bombas, también son terroristas los que desestabilizan un país provocando hambre a partir de la especulación”, agregó.

Argentina se encuentra en default selectivo desde el 30 de julio después de que el juez federal estadouninense Thomas Griesa bloquease un pago de sus bonos de deuda reestructurada para forzarla a acatar el fallo a favor de los fondos por 1.330 millones de dólares.

En un discurso ante la 69ª Asamblea General de la ONU, Fernández dijo que la situación llegó a este punto porque los fondos contaron con la “complicidad del sistema judicial” de Estados Unidos.

Argentina argumenta que no cumple con la sentencia de Griesa porque de hacerlo tendría que igualar la oferta a todos los acreedores que entraron en las reestructuraciones de deuda de 2005 y 2010, que obtuvieron una adhesión del 93% con hasta 70% de quita sobre el capital inicial.

Fernández afirmó que “Argentina ya ha pagado 190.000 millones de dólares” a sus acreedores y que cerró los contenciosos que tenía en el tribunal del Banco Mundial, canceló sus deudas con el Fondo Monetario Internacional y las renegoció con el Club de París.

Además, recordó la presidenta, el país logró pagar esas sumas sin tener acceso a los mercados de crédito a raíz del default de 2001.

Fernández se congratuló por que la ONU adoptara el pasado 9 de septiembre una resolución impulsada por Argentina y el G77 y China para redactar un marco legal que regule las reestructuraciones de deuda soberana. “Nos debíamos esa tarea”, dijo.

Nuevo pedido de desacato

Pero mientras la presidenta argentina se presentaba en la ONU, los fondos especulativos acudieron a los tribunales del sur de Manhattan con un nuevo pedido al juez Griesa para que declare en desacato al país y le imponga multas de 50.000 dólares diarios hasta que cumpla con la sentencia en su contra.

“Argentina ha violado de manera repetida y descarada las órdenes del tribunal, dejando claro de manera abundante que no tiene respeto por esas órdenes, el tribunal o el sistema judicial de Estados Unidos”, indicó en un escrito uno de los abogados del fondo NML Capital, Robert Cohen, al justificar la demanda.

“Los querellantes piden que el tribunal imponga una multa diaria de 50.000 dólares hasta que Argentina deje de evadir y violar las órdenes del tribunal”, indica.

Los demandantes piden además al juez que Argentina corra con los gastos de sus abogados como “compensación parcial” por las pérdidas que están sufriendo debido a su negativa a cumplir con la sentencia.

Griesa respondió de inmediato convocando a una audiencia el viernes para que Argentina demuestre por qué no debe dar razón a los querellantes.

Ese mismo día ya hay una audiencia prevista en el caso, tras un pedido de medida cautelar (“stay”) presentado el lunes por el banco Citibank para poder efectuar un pago de intereses de bonos reestructurados que vence el 30 de septiembre y que ha sido bloqueado por Griesa.