Tres son las personas que tendrían responsabilidad en la construcción del polémico gimnasio de Dichato. De los funcionarios de la municipalidad de Tomé, que integraban la comisión evaluadora del proyecto, dos de ellos se encuentran aún trabajando en el municipio y el tercero desarrolla actividades en la Intendencia del Bío Bío.

Los datos quedaron de manifiesto, luego que La Radio revisara la Resolución del Acta de Adjudicación del Gimnasio de Dichato, que se encuentra disponible en el sitio web mercadopublico.cl

La construcción del recinto deportivo debía realizarse en dos etapas. La primera era la consultoría, que contempló la elaboración de los diseños de arquitectura, mecánica de suelos, ingeniería, especialidades y revisores.

La segunda, obras civiles a desarrollar: la obra propiamente tal y los trabajos en el entorno del gimnasio.

La comisión que debía evaluar el proyecto en la municipalidad de Tomé era la siguiente: El director de Obras, Luis Pérez Vásquez y el jefe de proyectos, Reinaldo Alonso Andrades, ambos aún en funciones.

La terna la completaba María Luz Gajardo Salazar, en su calidad de secretaria comunal de Planificación, quien hoy está a cargo de llevar adelante el proyecto de zona de rezago para la provincia de Arauco, y anteriormente se había desempeñado como encargada de reconstrucción en la región del Bío Bío.

Tres fueron las empresas que presentaron propuestas, Claro Vicuña Valenzuela, por un monto total que superaba los 1.300 millones de pesos, ENV Spa, por más de $1.400 millones y la Constructora Andes, por 1.008 millones de pesos, la que finalmente se adjudicó la obra.