Estados Unidos pidió este viernes a Rusia que cese sus “provocaciones” en Ucrania, estimando que el aumento de la actividad rusa para desestabilizar Ucrania estas últimas semanas era “extremadamente peligroso y provocador”.

“Estamos trabajando para reunir más detalles sobre las informaciones según las cuales las fuerzas de seguridad de Ucrania dejaron fuera de servicio vehículos de un convoy militar ruso sobre suelo ucraniano”, indicó en un comunicado Caitlin Hayden, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional del presidente Barack Obama. “No podemos actualmente confirmar estas informaciones”, añadió.

“Rusia no tiene ningún derecho a enviar vehículos, personas o material de cualquier tipo a Ucrania, bajo ningún pretexto, sin tener la autorización del Gobierno ucraniano”, afirmó Hayden.

La Casa Blanca denunció especialmente el envío por parte de Rusia de carros de combate, vehículos blindados, artillería y lanzamisiles, así como los disparos “regulares” de artillería y de misiles desde Rusia a territorio ucraniano.

El presidente ruso, Vladimir Putin, se comprometió a “hacer todo” lo posible para poner fin al conflicto armado.

“Puede comenzar por parar los disparos rusos en Ucrania, parar la entrega de armas, su apoyo a los separatistas y su financiamiento”, sugirió Hayden.

Antes, el Pentágono había señalado que el ministro de Defensa de Rusia, Serguei Choigu, aseguró este viernes a su homólogo estadounidense, Chuck Hagel, que ningún soldado ruso se encontraba en el convoy de ayuda enviado por Moscú a Ucrania.

El convoy de ayuda humanitaria rusa, compuesto por 300 camiones y destinado a las víctimas de los cuatro meses de conflicto en el este de Ucrania, estaba bloqueado a una treintena de kilómetros de la frontera, en espera de ser inspeccionado por agentes de aduana y de los puestos fronterizos ucranianos.