Fuera de riesgo se encuentran dos hermanos que la mañana de este lunes fueron atacados por un perro de raza Pitbull en la localidad de Loncura en Quintero, mientras se dirigían al colegio.

La información fue dada a conocer por Luz Ponce, vecina del sector que presenció el ataque y que llamó a las unidades de urgencia para socorrer a los menores de edad que sufrieron el ataque.

Ponce relató que en el lugar hay un portón donde tienen un perro pitbull, el que se había escapado cuando los niños salieron al colegio alrededor de las 07:00 horas.

La mujer agregó que los menores sólo se pudieron salvar del ataque trepando una reja del sector.

La vecina explicó que llamó a Carabineros de su cuadrante, quienes demoraron cerca de media hora en llegar, por lo que los menores se trasladaron por sus propios medios hasta el centro asistencial más cercano, que es el centro de salud comunitario familiar (Cescof) de Loncura.

Desde este sitio se les trasladó hasta el hospital Adriana Cousino de Quintero.

Natam Mondaca, médico de turno de la Unidad de Urgencia Hospital de Quintero, explicó que los escolares sólo sufrieron lesiones superficiales y se mantienen en observación, para posteriormente ser derivados a sus domicilios.

Cabe recordar que la Ley de Tenencia Responsable que fue despachada recientemente desde la Cámara de Diputados, además de elevar las penas a quienes abandonen a los animales, también obligará a los dueños a mantener esterilizados a sus perros y a colocarles un chip electrónico, que permitirá inscribirlos en un registro nacional del Ministerio de Salud.

El cuerpo normativo define lo que se entiende por mascota, animal abandonado, perro callejero o comunitario y animal potencialmente peligroso. Según ello, especifica que “se calificará como potencialmente peligrosos a ejemplares de la especie canina que por sus características físicas, por su masa corporal, por episodios anteriores de agresión o por su conducta agresiva, puedan causar lesiones leves a personas o daños de consideración a otros animales”.

El responsable de un animal calificado como “potencialmente peligroso” deberá adoptar medidas especiales de seguridad y protección, como que la mascota sólo podrá circular usando un bozal o arnés, no podrá estar en lugares de libre acceso al público o quedar al cuidado de menores de 18 años, y tendrá que ser esterilizado.