Nueve personas murieron y una quincena resultó herida tras un bombardeo israelí a la Franja de Gaza, mientras miraban el partido de fútbol entre Argentina y Holanda.

Debía ser un momento de distracción después de dos días de bombardeos israelíes para quienes seguían por televisión en ese café de la franja de Gaza la semifinal del Mundial entre Argentina y Holanda.

Pero la velada se acortó brutalmente cuando un misil cayó en el Fun Time Beach café, en el sur de la franja, matando a nueve personas e hiriendo a quince.

Todo lo que quedaba el jueves de ese popular establecimiento cerca del mar era un cráter y varios montículos de arena.

También había esparcidos banderines multicolores y anoraks de lona. El cráter es tan profundo que el agua de mar lo llenó por debajo.

“Era una reunión social anodina. Los muchachos vinieron a comer después [del ayuno diurno] del Ramadán y empezaron a ver el partido. No estamos en una zona militar”, dice Wael Soboh, un policía palestino.

Ocho personas murieron en el acto, todas oriundas de Jan Yunis, una ciudad cercana, indicaron fuentes médicas.

Equipos de socorro con palas mecánicas buscaban por la mañana, bajo un sol abrasador, a una novena víctima. “Es posible que el hombre haya reventado”, dice Mohamad Astal, otro residente.

Los servicios de emergencia de Gaza anunciaron unas horas más tarde que habían hallado el cuerpo.

Los vecinos afirman que tres miembros de la misma familia figuran entre las víctimas y que la mayoría de los muertos eran veinteañeros.

“Había un corte de electricidad en Jan Yunis, pero acá había un generador y por eso mucha gente vino a ver el partido”, cuenta Mohamed al Aqad, que estaba en el lugar pero salió ileso de la explosión.