Un sacerdote que estuvo 16 años como misionero en Mozambique, reaccionó molesto a la entrevista que otorgó el padre Felipe Berríos al programa El Informante de TVN, donde levantó polémica por sus comentarios cargados de crítica social.

En una carta publicada en el sitio web de la Conferencia Episcopal, Ricardo Cáceres Lamas dice que “aún cuando hay contenidos que son verdad en su entrevista, también debe existir la forma de dar a conocer esos contenidos, que puedan producir unidad y no divisiones”.

“Hay varios chilenos trabajando en África hace muchos años. Ellos no necesitan de entrevista… hacen lo que deben hacer por vocación, en el silencio y sin tanta publicidad… Varios han vivido situaciones difíciles y trabajan por los más pobres… El silencio es su mayor fuerza de testimonio”, declaró en la misiva.

En la segunda entrevista que dio el jesuita Berríos a TVN, disparó contra el clasismo chileno, donde -dijo- “es lícito pero inmoral” que universidades construyan universidades sobre “la cota mil”, es decir en barrios altos, y aseguró que Dios “está orgulloso” de los homosexuales, entre otros temas.

Cáceres dijo que en los 16 años que pasó en África aprendió “que la humildad es el mayor testimonio que se puede dar”.

No tuve esas posibilidades económicas como tú desde Chile, de tus amigos y empresarios (…) No creo necesitar y gritar a los cuatro vientos todo lo que hice. Recuerda de compartir también aquello que no pudiste hacer, o lo que deberías haber hecho por los otros en ese continente. Llévalo contigo en tu corazón y esa experiencia que recibiste, aplícala en tu diario vivir, con respeto a todos”, agregó.

También pidió a Berríos recordar que hay un padre chileno que trabajó y vivió en Rwanda más de 15 años “en tiempos del genocidio, fue perseguido, le mataron a sus alumnos, y trabajó con refugiados en Burundi, pasando muchos momentos difíciles… nadie lo entrevistó… él vive y trabaja en silencio en un lugar de Chile…”

Berríos, si amas a la Iglesia defiéndela y trata a todos con respeto y cariño. No somos dueños de la verdad (…) Trata bien tanto a los ricos como a los pobres, a los que piensan distinto, a los que entienden de manera diversa y aquellos que todavía están en camino de comprender. Ama a tu Chile y ama a tu Iglesia. No desacredites a nadie, aunque aquellos estén en el error… La caridad por sobre todo…”