Ante el Primer Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de Santiago, llegó este lunes la testigo protegido Paula Gamboa, pieza clave de la Fiscalía Occidente en la acusación contra diez funcionarios de la PDI de la comuna de Pudahuel a quienes se les imputan delitos relacionados con allanamientos, torturas y apremios ilegítimos, en operativos antidrogas.

Cabe recordar que en su acusación, la Fiscalía Occidente estableció para este juicio un total de 92 testigos, entre los cuales hay dos fiscales quienes -según el Ministerio Público- ordenaron diligencias tras recibir información falsa por parte de los detectives.

En la acusación se comprometió también la presentación en calidad de testigos de Víctor Reyes y Paula Gamboa.

De esta forma llegó ayer lunes la testigo protegido y confirmó ante los jueces que en marzo de 2012, efectivos de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim), allanaron su casa y la de su marido, Víctor Reyes, en busca de droga, generando la irregular detención de ambos según la indagación de la fiscalía.

Además la víctima indicó que se enfrentó con uno de los detectives al interior de su casa porque no sabía de quiénes se trataba, ya que tampoco se identificaron.

El abogado querellante que representa a Paula Gamboa, defensor Carlos Quezada, subrayó la consistencia del relato ante los jueces.

La acusación del fiscal Arias relata un total de 13 hechos, algunos de los cuales terminaron en condenas con antecedentes que serían falsos.

El abogado defensor, Ricardo Flores, sostuvo que se logró acreditar incluso -con fotos- que en el domicilio de Gamboa efectivamente había droga, estableciendo además una contradicción en el relato de la testigo respecto al lugar donde se enfrentó con un policía.

Flores asegura que el ingreso del funcionario a la casa se produjo después del enfrentamiento en la calle donde quedaron los rastros de sangre.

La Fiscalía solicita penas que van de los 13 a los 37 años de presidio.