Esta semana se presentó un reclamo de ilegalidad en contra del permiso de edificación otorgado por la Municipalidad de Valdivia a la empresa Pasmar, que pretende instalar un gran mall en el centro de la ciudad. La autorización entregada no daría cuenta con la real envergadura del proyecto.

La acción legal está en la Corte de Apelaciones de Valdivia, luego que un grupo de personas solicitara conocer el permiso de edificación del proyecto Centro Comercial Valdivia de la empresa Pasmar S.A, la cual obtuvo la autorización para su construcción el pasado 25 de marzo. Según el abogado patrocinante, Vladimir Riesco, pese a que la información es pública, esta fue negada por la Dirección de Obras Municipales, alegando que los propietarios del proyecto habían pedido mantener en secreto los antecedentes, ya que su entrega afectaría a terceros, que en este caso sería la misma empresa Pasmar.

Sin embargo, esto contrasta con la opinión del Consejo de la Transparencia, que considera que la publicidad de los antecedentes requeridos es fundamental para permitir el control social sobre el otorgamientos de permisos de edificación, siendo el beneficio público para conocer esa información superior al interés de mantenerla reservada.

Fue por ello que tras la denegación de información en la Dirección de Obras Municipales, según el escrito, Riesco presentó una queja ante el alcalde de Valdivia el 7 de mayo, sin que se pronuncie la autoridad comunal dentro del plazo, el cual venció el 29 de mayo.

El abogado indica en su escrito que el proyecto está mal aprobado, porque este tiene una carga de 6.918, siendo que el proyecto aprobado declara 5.996,3 personas, que son las que cabrían dentro del proyectado mall, correspondiendo a un equipamiento de escala mayor y no mediano, como es declarado, proyecto que declara tener 10 pisos y una superficie 72.899 metros cuadrados.

Asimismo, que por esta condición debe estar emplazado en vías expresas y troncales, y no en las existentes como Caupolicán, Chacabuco, Ismael Valdés o Picarte. Por otro lado -agrega- por ser aprobado un proyecto con incongruencias, por ejemplo para las salas de cine, declaradas para 50 personas cuando ningún operador de este negocio considera aquello rentable, pero que concordaría con lo poco creíble que es la presencia de 1.009 metros cuadrados de bodegas para cine, en circunstancias que estos no las requieren, señala Riesco en el recurso, entre otros aspectos como puertas de evacuación que van en sentido contrario o que las tiendas anclas no cuentan con vía exclusiva de evacuación, o la existencia de una gran terraza declarada que no considera ni la carga de personas o cómo evacuarán.

Según explica el abogado, el permiso de edificación por cuya ilegalidad reclaman, se vincula a la gran envergadura del mismo y al impacto que generará… Si bien, sus responsables presentaron una declaración de pertinencia al Servicio de Evaluación Ambiental, organismo que –según Riesco- señaló que no se requería, en atención en la Ley 19 mil 300, pero que no hizo referencia a otro apartado de la misma norma, que obliga a evaluar ambientalmente a los proyectos inmobiliarios de una capacidad de carga mayor a 5 mil personas, con más de mil estacionamientos que se pretendan emplazar en zonas saturadas, como ha sido decretada últimamente Valdivia.

Según Riesco, así como está declarado el proyecto provocará distintos impactos, desde el comercio local hasta el tránsito de vehículos y calidad del aire, lamentando a su juicio la falta de transparencia con la que la municipalidad de Valdivia ha actuado frente a este proyecto.

El reclamo por la ilegalidad del permiso de edificación al que aduce Riesco, señala que el mega proyecto inmobiliario busca emplazarse con la instalación de cuatro niveles subterráneos en una zona saturada de humedad, en donde transita el estero denominado Catrico y, según un estudio hidrogeológico que acompañará al reclamo, la ejecución del declarado proyecto provocará un aumento de cerca de un metro del nivel freático, afectando a inmuebles y calles aledañas.

Desde el municipio local se indicó que es normal que un anteproyecto sufra modificaciones posteriores, ya que el titular del mismo debe adecuarse a las observaciones realizadas por los servicios.

El permisos de edificación de acuerdo al municipio cuenta con todos los requerimientos y el propio servicio de evaluación ambiental desestimó la necesidad de evaluar ambientalmente la iniciativa, respondiendo una carta de pertinencia del titular del proyecto.