Los países de la Conferencia de Cooperación Islámica (OCI) recalcaron este jueves su voluntad común de “combatir las políticas sectarias y de exclusión”, al final de una reunión en la ciudad saudí de Yedá.

En un comunicado, la OCI afirma que sus miembros están “dispuestos, juntos, a luchar contra las políticas sectarias y de exclusión”, sin mencionar a Irak, donde se estima que la política del gobierno, acusado de marginar a los sunitas, ha fomentado el avance de los yihadistas.

El comunicado, leído por el ministro de Relaciones Exteriores saudí, príncipe Saud al Faisal, recalcó que estas políticas provocaron “disturbios políticos en algunos países que amenazan su seguridad y su estabilidad”.

La reunión de la OCI, una organización que reagrupa a 57 Estados con casi 1.500 millones de musulmanes, condenó “el terrorismo en todas sus formas” y denunció la incapacidad de la comunidad internacional para hallar una solución a la guerra en Siria.

El príncipe Saud volvió a criticar al primer ministro iraquí, el chiita Nuri al Maliki, al que acusó de haber “avivado” la crisis en Irak favoreciendo la aparición de “milicias terroristas de una confesión u otra”.

“Nuri al Maliki está detrás del deterioro de la situación en Irak”, afirmó en rueda de prensa.

Durante la apertura de la reunión el miércoles, el príncipe Saud había advertido del riesgo de guerra civil en Irak.