Nueve años han debido esperar los integrantes de los Comités “Rehue” y “Mi Casa Propia” de La Unión para contar con la propiedad de sus casas a raíz de una serie de irregularidades en la construcción de las 224 viviendas, en un proyecto que sería el primer conjunto residencial del país para familias mapuche.

El principal problema que aqueja estos beneficiarios es la lentitud con la que ha avanzado la construcción de este conjunto habitacional, en estos momentos paralizado producto del término del contrato con la empresa constructora y la Egis responsable del proyecto.

Evelyn Jaramillo, presidenta del Comité “Rehue”, señaló que para su agrupación sólo falta por terminar la instalación de los servicios básicos en interiores y exteriores, lo que implica un retraso en más del 40% de las obras.

Paola Quezada, secretaria del Comité “Mi Casa Propia”, explicó que al menos tres empresas constructoras han intentando levantar esta obra, pero finalmente se han dado en quiebra.

Añadió que lo más lamentable es que nadie les da explicaciones y sólo desde el Serviu le indican que deben esperar, porque al menos este gobierno debe interiorizarse del tema.

La dirigente explicó que con tanta demora, las viviendas de ambos comités presentan una serie de deterioros, lo que implicará más retrasos para su entrega porque hay que subsanar estos problemas.

Quezada asegura que en el anterior período de la presidenta Michelle Bachelet esta obra fue declarada como el primer conjunto habitacional en Chile destinado a familias mapuche y posteriormente declarada “Bicentenario” por Sebastián Piñera, pero ni los títulos de ambas administraciones les ha servido para habitarlas.

La dirigente sostuvo que tanta espera tiene complicados a los integrantes de ambos comités porque unos arriendan y otros viven de allegados, e incluso afirmó que unas cinco personas murieron esperando habitar sus casas.

Por esta razón esperan que las autoridades regionales del Ministerio de la Vivienda les entreguen una respuesta clara de lo que ocurre con ambos comités, al menos para saber cuáles serán los pasos a seguir, porque entre sus integrantes reina la frustración y desilusión.

A los problemas con las empresas constructoras se suma la falta de dinero en las libretas de ahorro para la vivienda, cuya parte habría sido retirada con la excusa de pagar el permiso de edificación.

En el caso del proyecto “Mi Casa Propia” sólo se han cancelado 200.000 pesos al municipio y el saldo fue pactado en cuotas. Pero, para sorpresa de los postulantes, el Serviu les explicó que el pago de los permisos de edificación estaba incluido en el valor total del proyecto.

Este problema interno ha obligado a sus integrantes a cambiar directiva, mientras está pactada una nueva reunión con las autoridades del Minvu para esta semana, donde esperan aclarar todas sus dudas.