Combatientes del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), un grupo yihadista ultrarradical, se apoderaron de la universidad iraquí de Ramadi y secuestraron a varios estudiantes y empleados, informó este sábado la policía.

Unos hombres armados entraron en el edificio y mataron a los guardias, añadió la fuente.

Varios barrios de Ramadi, a 100 km al oeste de Bagdad, se encuentran desde enero bajo control de insurgentes, entre los que figuran miembros del EIIL.

Las fuerzas de seguridad rodearon la universidad, constató la AFP.

Esta demostración de fuerza de los yihadistas se produce un día después de combates entre insurgentes y las fuerzas de seguridad en la provincia de Nínive y dos días después de un asalto rebelde contra la ciudad de Samara, donde lograron apoderarse momentáneamente de algunos barrios.

La violencia en la provincia de Al Anbar comenzó a finales de diciembre, cuando las fuerzas de seguridad desmantelaron un campamento de protestas antigubernamentales cerca de Ramadi.

Poco después, insurgentes y tribus hostiles al gobierno, dominado por los chiitas, tomaron el control de barrios de Ramadi y de toda Faluya, situados respectivamente a 100 y 60 km de Bagdad, algo nunca visto desde los años de insurrección que siguieron a la invasión estadounidense de 2003.

Desde entonces, el ejército recuperó la mayoría de Ramadi, pero el asalto a la universidad demuestra la impotencia de las autoridades para hacerse completamente con el control de la ciudad.

La inseguridad es uno de los principales problemas de Irak, donde la violencia mata cada día a un promedio de más de 25 habitantes.

En total, más de 4.300 personas han muerto en ataques desde el comienzo del año, de los cuales más de 900 en mayo.

Las autoridades atribuyen esta espiral de violencia a factores externos, sobre todo a la guerra en la vecina Siria. Pero diplomáticos y expertos afirman que se debe principalmente al descontento de la minoría sunita, que se considera marginada.