El candidato favorito a la presidencia afgana, Abdula Abdula, salvo ileso de un doble atentado contra su convoy en Kabul, el que dejó seis muertos según la policía, un intento de asesinato a ocho días de la segunda vuelta presidencial.

El convoy fue atacado al mismo tiempo “por un kamikaze al volante de un coche bomba” y por “una mina” colocada en la carretera, declaró a la AFP Sayed Gul Agha Hashemi, jefe del departamento de investigación criminal de la policía de Kabul.

El doble ataque causó por lo menos seis muertos y 22 heridos, según un balance del ministerio afgano de Interior. Entre las víctimas mortales hay “un guardia del equipo de Abdula, un policía y dos transeúntes”.

Las televisiones locales emitieron imágenes de las ambulancias evacuando heridos de la zona, acordonada por la policía.

Según Abdula, la explosión se produjo cuando había terminado un mitin y su convoy se dirigía a otro. “Hace unos minutos, nuestro convoy fue alcanzado por la explosión de una mina”, dijo.

Estados Unidos condenó el intento de asesinato de Abdula Abdula y añadió que Afganistán merece un futuro democrático.

“Condenamos el ataque cometido hoy contra Abdula Abdula en un acto de campaña”, dijo la portavoz del Departamento de Estado Marie Harf.

“Como ya hemos dejado claro, el pueblo afgano merece la democracia que estará ejercitando la semana próxima, no la violencia”.

El Consejo de seguridad de la ONU, por su parte, también condenó este intento de asesinato, subrayando su “apoyo al proceso democrático en Afganistán”, a la espera “de una transición sin tropiezos hacia una nueva administración”.

El ataque se produjo ocho días antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, que se celebrarán el 14 de junio. Los talibanes han amenazado con realizar más atentados.

En la primera ronda de las elecciones que se celebró en abril, Abdula quedó a poco menos del 50% de los votos que hubiera necesitado para ser declarado ganador. Ahora se enfrenta al antiguo economista del Banco Mundial, Ashraf Ghani.

“Condenamos el atentado contra el respetable candidato a la presidencia Abdula Abdula”, dijo Ghani en su cuenta de Twitter. “Es una acción de los enemigos de Afganistán para perturbar el proceso democrático en el país”, añadió.

Los talibanes habían hecho amenazas similares durante la primera vuelta de las elecciones que se celebró el 5 de abril, pero no lograron evitar una importante participación.

Abdula Abdula ha conseguido varios apoyos que le hacen favorito para la segunda vuelta, especialmente el de Zalmai Rasul, que quedó tercero (11,4%) y el del exjefe militar Abdul Rasul Sayaf, que quedó cuarto (7%).

Con esta votación se elegirá al sucesor de Hamid Karzai, el único hombre que ha dirigido Afganistán desde la caída de los talibanes en 2011 y quien, según la Constitución, no puede realizar un tercer mandato.

Los comicios son una prueba para este país pobre, parcialmente controlado por los rebeldes, a poco tiempo de la retirada de las tropas de la OTAN prevista para finales de año.

Estados Unidos, que dirige la coalición militar desde el principio de la guerra en Afganistán, que ha sido la más larga de su historia, propuso mantener después de 2014 a 9.800 soldados, que irán replegándose progresivamente hasta finales de 2016.

Esta propuesta deberá ser aprobada por el nuevo presidente afgano que decidirá si firmar o no el Tratado bilateral de seguridad.

El presidente Karzai se negó a firmar el documento, pero los candidatos a reemplazarle, Ashraf Ghani y Abdula Abdula, ya se han comprometido a hacerlo.