Este viernes la justicia dará a conocer si Fredy Fuentevilla, Marcelo Villarroel y Juan Aliste Vega son culpables o inocentes del crimen del cabo de carabineros Luis Moyano y tres asaltos a bancos. En los alegatos de clausura del juicio oral en su contra, los tres ex lautaristas negaron haber realizado un plan para fugarse, tras el hallazgo de una llave de esposas en una colación.

A que Gendarmería se “haga cargo” de la acusación “rasca de inteligencia”, respecto a frustrar una eventual fuga desde el Centro de Justicia, donde se realiza el juicio oral por el crimen de Luis Moyano, llamaron este jueves, los tres imputados en la causa en sus alegatos de clausura, tras ser enjuiciados por cerca de tres meses en este caso ocurrido el 18 de octubre de 2007.

Tras siete años de la muerte del efectivo policial, el Cuarto Tribunal de Juicio Oral en Lo Penal de Santiago, entregará hoy a las 14:00 horas su veredicto respecto a si son culpables o inocentes de la muerte del efectivo policial y de tres asaltos a los bancos Security y Santander.

La audiencia de clausura realizada ayer estuvo marcada por la declaración de los acusados, quienes descartaron la creación de un plan para intentar fugarse tras el hallazgo de una llave maestra para esposas.

Denunciaron, además, una serie de allanamientos tanto a sus celdas como a las casas de amigos y familiares, luego que se diera a conocer el descubrimiento hecho por los gendarmes.

Juan Aliste Vega, denunció una “situación de persecución”, por los registros a sus calabozos.

Su defensora Alicia Corvalán, explicó la denuncia presentada ante el tribunal y los hechos que le relató su defendido.

Marcelo Villarroel, indicó ante las juezas, que se vienen condenas porque es una decisión política y que de ser así, nada va a condenar sus ideas de vida.

Su abogado, Pablo Ortega, deslizó que no es coincidencia que se desarticule una presunta fuga, antes del veredicto.

El defensor de Fredy Fuentevilla, Pablo Sanzana, se refirió a las debilidades de la prueba presentada por el Ministerio Público.

Los tres tildaron a los miembros de la prensa de “carroñeros” y a los funcionarios de Gendarmería de “perros custodios”, asegurando que su clandestinidad se debió a que en un principio la causa fue iniciada por el fiscal militar Roberto Reveco, quien ya los había condenado hace 22 años por una causa similar.

Las penas que arriesgan van de 15 años y un día hasta presidio perpetuo calificado. Desde Gendarmería anunciaron medidas especiales para resguardar la lectura de veredicto.