Desde hace siete meses el vocalista de Coldplay no podía usar su cuenta de Twitter tranquilo, debido al constante acoso de un hombre británico que no paraba de enviar mensajes abusivos y de amenaza contra el músico.

El sujeto identificado como Anthony Wells, residía en Chelmsford, Essex y también llevaba meses molestando a la conductora de televisión, Rachel Riley, quien finalmente decidió presentar una demanda por acoso y amenazas de muerte.

Fue esa acusación la que llevó a la justicia a prohibir a Wells a volver a ponerse en contacto con ésta figuras en un plazo de cinco años, además de ordenarle ingresar a un hospital psiquiátrico, para poder recibir ayuda, informó BBC.

Por su parte, Martin decidió retirar los cargos contra el sujeto. ”El señor Martin ha indicado que una solicitud a los cargos que involucran a Rachel Riley sería aceptable para asegurar que Wells reciba el tratamiento médico necesario y que quedaría así satisfecho”, aseguró el fiscal del juzgado, según explico la cadena británica.

Mientras la portavoz de la Fiscalía, Punam Malhan, declaró que “todo el mundo debe poder hacer su vida libre del acoso causado por personas que hacen comentarios deliberadamente ofensivos o violentos sobre ellos en las redes sociales”.