La economía estadounidense se contrajo más que lo previsto en el primer trimestre, de acuerdo a la segunda estimación del departamento de Comercio, netamente revisada a la baja el jueves.

El Producto interno bruto (PIB) estadounidense retrocedió 1% en términos anualizados en el período enero-marzo.

La mediana de las previsiones de los analistas estimaba un descenso de 0,5%, cuando Comercio preveía un crecimiento de 0,1% en el primer trimestre.

Es la primera vez desde el primer trimestre de 2011 que el PIB de la mayor economía del mundo se contrae.

El invierno particularmente riguroso afectó a todos los sectores de actividad, con excepción de los gastos de consumo, que se mantuvieron en 3,1%, estimulados por los gastos en los servicios (+4,3%).

Sin embargo, esta contracción no suscita temores de recesión, definida por la caída del PIB durante dos trimestres consecutivos.

Los economistas esperan un crecimiento más dinámico en el segundo trimestre –alrededor de 3%–, como ha recordado la presidenta de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Janet Yellen, a principios de mayo, cuando afirmó que la economía estaba “en la senda de un sólido crecimiento”.