El ejército de Nigeria recibió avisos de que el sanguinario grupo Boko Haram iba a secuestrar el 14 de abril a más de 200 chicas estudiantes, pero no hizo nada durante cerca de cinco horas, aseguró el viernes Amnistía Internacional (AI).

Expertos internacionales llegaron a Nigeria para colaborar en la búsqueda de las jóvenes.

Según Amnistía, las autoridades recibieron a partir de las 19H00 locales (18H00 GMT) del día del secuestro repetidas advertencias de que iba a producirse el ataque islamista en Chibok, una remota ciudad del noreste, en el estado de Borno.

Dos altos responsables militares entrevistados por AI aseguraron que la jefatura militar fue incapaz de organizar un escuadrón para repeler el ataque.

Los cerca de 200 militantes de Boro Hakam secuestraron a 276 chicas y se las llevaron hacia las 23H45, tras enfrentarse a un pequeño número de policías y soldados.

El ejército no pudo impedir el ataque “debido a la falta de recursos y un presunto temor a enfrentarse” a los islamistas “a menudo mejor equipados”, según Amnistía.

Ello constituye por parte de Nigeria un “enorme incumplimiento del deber de proteger a civiles”, criticó AI.

Un portavoz del ministerio de Defensa, Chris Olukolade, descalificó las alegaciones como una “colección de rumores”.

- Llegada de expertos -

La embajada estadounidense en Abuya explicó a la AFP que ya llegó a la capital su equipo de expertos, sin dar más detalles.

También llegaron especialistas británicos, informó la cancillería de ese país.

Francia y China también prometieron ayuda para la búsqueda.

Asimismo Interpol ofreció ayuda al presidente nigeriano Goodluck Jonathan.

Las operaciones militares para rescatar a las jóvenes han sido criticadas por su lentitud e inoperancia, tanto por familiares como por activistas.

La presión internacional creció tras el mensaje del líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, que amenazó con venderlas como esclavas.

Brutalidad sin precedentes

Para el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR), más allá del secuestro, “la brutalidad y la frecuencia” de los ataques de Boko Haram “no tienen precedentes”.

Los ataques del grupo se concentran en el noreste del país, donde Boko Haram nació hace más de una década y donde solamente este año mataron a más de 1.600 personas.

“Hay gente que ha visto asesinatos de amigos o familiares que fueron escogidos sin razón aparente, en las calles”, y también “aldeas completamente arrasadas, o granadas lanzadas en mercados” atestados de gente, explicó el comunicado de ACNUR.

Boko Haram asegura que su objetivo es crear un régimen bajo la sharia (ley islámica) en el norte del país, mayoritariamente musulmán.

Pero los expertos creen que Boko Haram dejó de gozar de cualquier apoyo que hubiera podido tener en la zona, debido a la brutalidad de su sanguinaria campaña.

En su más reciente ataque, el grupo mató a centenares de personas en la ciudad de Gamboru Ngala, junto a la frontera con Camerún.

El presidente Goodluck Jonathan dijo el jueves que el secuestro de las jóvenes marca el “principio del fin del terrorismo” del grupo.