Estados Unidos calificó el miércoles de “desafortunada” una orden del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de limitar los contactos de los miembros de su gabinete con sus homólogos palestinos.

“Ciertamente estamos al tanto del anuncio. Lo consideramos desafortunado”, dijo la portavoz del departamento de Estado Jen Psaki, mientras su jefe, John Kerry, se reunía con el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Avigdor Lieberman.

Los ministros israelíes han recibido la orden de limitar el contacto con sus homólogos palestinos, salvo en el ámbito de la seguridad y de la diplomacia, informó a la AFP una fuente gubernamental israelí.

“En respuesta a las violaciones palestinas de las promesas hechas en el marco de las negociaciones de paz, se pidió a los ministros del gobierno israelí que se abstengan de reunirse con sus homólogos palestinos”, precisó.

La fuente, que pidió mantener el anonimato, se refería a la firma de las peticiones de adhesión de Palestina a 15 convenciones y tratados internacionales.

Pero Psaki afirmó: “Nosotros creemos que la cooperación entre Israel y la Autoridad Palestina ha beneficiado a ambas partes”.

Kerry se reunió con Lieberman en el departamento de Estado, en un nuevo intento por rescatar las frágiles negociaciones de paz israelo-palestinas, que volvieron a bloquearse la semana pasada.

“Obviamente trabajamos duramente para tratar de encontrar un camino para avanzar”, dijo el jefe de la diplomacia estadounidense al inicio de las conversaciones con Lieberman.

“Ambas partes indicaron que quieren encontrar un camino para avanzar en las conversaciones. Nosotros, obviamente queremos que eso suceda, creemos que es importante para ellos”, agregó Kerry.

La reunión con Lieberman tiene lugar un día después de que Kerry -en declaraciones interpretadas como una velada crítica a Israel- relatara ante el Senado estadounidense que “lamentablemente, los detenidos (palestinos) no fueron liberados el sábado (29 de marzo), como debía haber sucedido”.

“Luego, pasó un día, dos días, tres días y se anunció (de parte de Israel) la construcción de 700 viviendas para colonos en Jerusalén oriental, y ‘puf’, en eso estamos ahora”, protestó.

En el acuerdo logrado en julio bajo el patrocinio de Kerry, Israel se comprometía a liberar en cuatro fases a 104 presos encarcelados antes de los acuerdos de Oslo de 1993.

A cambio, la dirección palestina aceptó suspender cualquier gestión de adhesión a las organizaciones internacionales hasta el fin de las negociaciones, el 29 de abril.

Pero Israel rechazó liberar el 29 de marzo, contrariamente a lo previsto, al cuarto y último contingente de presos, y pidió una prórroga de las negociaciones más allá del 29 de abril.

Psaki defendió a Kerry el miércoles, diciendo que él no se embarcó en el “juego de las críticas”, porque “no cree (…) que una parte merezca ser criticada en lugar de la otra, porque ambas han adoptado medidas que no ayudan”.

Lieberman afirmó que Israel ya ha mostrado su buena fé “en medio de un proceso muy crítico”.