Ante la justicia fueron llevados este martes cuatro sujetos que lograron robar un millón y medio de pesos en especies en la comuna de San Pablo, donde tres de ellos mantienen un nutrido prontuario policial.

Según el reporte entregado por Carabineros, una llamada ingresó a la central de comunicaciones alertando de un robo en curso, el cual afectaba a un domicilio particular emplazado en calle Covarrubias con Ecuador, donde los delincuentes sustraían diversas especies.

A partir de ahí, los uniformados se trasladaron al lugar verificando que la vivienda efectivamente se encontraba forzada, mientras que testigos aportaban nuevos antecedentes sobre el aspecto físico de los antisociales.

Con los antecedentes, los uniformados iniciaron el patrullaje por calles aledañas. Al llegar a calle Tralmahue sorprendieron a los cuatro individuos que reunían las características proporcionadas por testigos, procediendo con su fiscalización.

Al revisarlos encontraron ocultas entre sus vestimentas una serie de especies, que minutos antes habían sido reclamadas por la propietaria de la vivienda, correspondiente a una funcionaria del municipio de dicha localidad.

Ante la evidencia, carabineros detuvieron a los sujetos para luego trasladarlos hasta la unidad policial, pudiendo verificar por medio del sistema biométrico sus respectivos domicilios y si mantenían causas penales.

Así se pudo establecer que de los 4 delincuentes, el primero de ellos de iniciales C.A.D.S., de 24 años presenta domicilio en Población Unión y Futuro en Osorno y cuenta con 8 causas por diferentes delitos; el segundo de iniciales J.A.H.U., de 18 años es oriundo de Puerto Montt y no cuenta con antecedentes penales; el tercero, individualizado como E.C.A.N., de 24 años, registra domicilio en Población 5º Centenario, registrando 5 causas penales y D.I.D.B., de 21 años con domicilio en Villa Lololhue, con dos causas pendientes.

Tras el catastro de lo robado, las especies correspondían a gran cantidad de joyas, entre las que cuentan anillos, collares de perlas, pulseras y otros, además de un notebook y un tablet, todo avaluado en la millonaria suma.

El hecho fue reportado al fiscal de turno, quien instruyó que todos sean llevados ante la justicia por su responsabilidad en los hechos, mientras que la SIP efectuaba las diligencias propias de su especialidad.