Dos sacerdotes italianos y una monja canadiense fueron secuestrados el viernes por la noche en el norte de Camerún, informaron este sábado fuentes oficiales.

Según el ministerio italiano de Relaciones Exteriores, los dos sacerdotes, Giampaolo Marta y Gianantonio Allegri, son originarios de Vicenza, en el norte de Italia.

Contactado por la AFP, el padre Henri Djonyang, vicario general de la diócesis camerunesa de Maroua-Mokolo, afirmó que los dos sacerdotes fueron secuestrados por hombres armados en su parroquia de Tchère, a unos 20 km de Maroua (800 km al norte de Yaundé), la capital de la región del Extremo Norte.

“Dos sacerdotes italianos y una monja canadiense, Gilberte Bussier, de Tchère fueron secuestrados esta noche en torno a las 22:45 horas locales, añadió el vicario.

La información fue confirmada a la AFP por un responsable de la policía camerunesa en la región.

El secuestro no había sido reivindicado este sábado por la mañana. El padre Djonyang sospecha del grupo islamista nigeriano Boko Haram, activo en la zona fronteriza entre Camerún y Nigeria. “Lo hicieron ellos (los Boko Haram)”, acusó el vicario general.

Boko Haram reivindicó los secuestros en 2013 en esta misma región del sacerdote francés Georges Vandenbeusch y de la familia Moulin-Fournier, que luego fueron liberados.

Boko Haram, considerada una organización terrorista por Estados Unidos, lleva a cabo ataques sangrientos contra las fuerzas de seguridad y los civiles desde 2009 en el norte de Nigeria.

En la región, donde intentan replegarse los islamistas armados perseguidos por el ejército nigeriano, suelen registrarse enfrentamientos entre miembros de Boko Haram y las fuerzas de seguridad camerunesas.

Desde hace unos meses, Boko Haram también arremete contra la población civil, contaron varias fuentes a la AFP esta semana en la región.

A finales de febrero, presuntos activistas de Boko Haram secuestraron a un jefe tradicional camerunés del pueblo de Goumouldi, cerca de la frontera entre los dos países, y lo degollaron en territorio nigeriano, según una fuente policial camerunesa. En la zona fronteriza corren otros relatos de atrocidades similares.

Ante esta amenaza, Camerún reforzó su dispositivo militar y policial.

“En la región del Extremo Norte, los efectivos de las fuerzas de seguridad y de defensa casi se han duplicado. Se han creado nuevos batallones” del ejército, aseguró a la AFP el gobernador regional, Awa Fonka Augustine, sin revelar cuántos hay.

El objetivo “es garantizar la seguridad de nuestro territorio e impedir que la gente (de Boko Haram) que huye de los combates intensos en Nigeria entre en nuestro territorio”, añadió.