El gobierno suizo decidió el miércoles no adoptar, de momento, sanciones contra Rusia en respuesta a su política con Ucrania, y llamó a encontrar un “equilibrio” entre el derecho internacional y los intereses de Suiza.

“El Consejo Federal ha tomado buena nota de las sanciones previstas por la Unión Europea y por Estados Unidos”, declaró el presidente suizo, Didier Burkhalter, en conferencia de prensa en Berna.

“La posición de nuestro país es independiente, por fuera de la ONU”, indicó y explicó que Suiza dispone de una base legal sobre los embargos basada en “el derecho internacional y los intereses de Suiza”.

“Y en este caso, entran en juego el derecho y los intereses. (…) Hay que encontrar un equilibrio”, estimó. En ese sentido, precisó que “los intereses económicos y financieros” rusos “son muy grandes” en Suiza.

Burkhalter indicó también que las sanciones tomadas por la UE sobre la restricción de libertad de los desplazamientos de algunos ciudadanos rusos se aplicaba de forma automática en Suiza, dado que la Confederación forma parte del espacio Schengen.

En cuanto a las sanciones económicas tomadas por la UE y Estados Unidos, el presidente suizo explicó que el gobierno espera que su país no se convierta en una solución de substitución para las personas sancionadas.

“No queremos pasar por encima de las sanciones”, dijo, y señaló que el país estudiaba las medidas a tomar para evitar esta posibilidad. Aunque también condenó la incorporación de Crimea a Rusia.

Desde el inicio de la crisis ucraniana, Suiza ha tomado varias medidas. A finales de febrero bloqueó los eventuales fondos en la Confederación pertenecientes al ex presidente ucraniano Victor Yanukovich y su entorno.

También decidió recientemente no acordar más autorizaciones de exportación de material de guerra a Rusia, aplazar, junto a los miembros de la Asociación Europea de Libre Comercio, las negociaciones para un acuerdo de libre comercio con Rusia y renunciar provisionalmente a un programa de formación de militares rusos.