El representante de la empresa que ejecutó las obras de Bocamina II, admitió que la termoeléctrica que se construyó por orden de Endesa, es distinta a la que autorizó la resolución de calificación ambiental del año 2007.

Como parte del proceso sancionatorio en contra de Endesa, la Superintendencia del Medio Ambiente citó a declarar al representante de Tecnimont, contratada el 2007 para construir la segunda unidad del complejo termoeléctrico Bocamina. Consultado por los funcionarios a cargo de la investigación administrativa, Adolfo Giaretti, indicó que construyó un proyecto distinto a lo señalado en la resolución de calificación ambiental aprobada por el SEA.

Según reconoció el representante de la constructora, el contrato firmado en julio de 2007 contemplaba cosas diferentes -dijo- a lo señalado en la resolución ambiental dictada en en agosto de ese mismo año. Para el senador Alejandro Navarro, lo declarado por Giaretti agrava la situación de Endesa.

El nuevo antecedente será seguramente incorporado a la tramitación de los recursos de protección presentados por algueras y pescadores en la Corte de Apelaciones de Concepción. El abogado en esas acciones legales, Sebastián Inostroza, subrayó que el testimonio del representante de Tecnimont reafirma las denuncias de sus clientes.

Pero para el senador Navarro, en este nuevo escenario se podría acusar a Endesa de un ilícito y por eso pedirá a sus abogados analizar una posible querella.

El proceso sancionatorio de la Superintendencia de Medioambiente ya formuló cargos calificados de gravísimos, que exponen a la generadora de capitales italianos a una multa de 10 millones de dólares o incluso la clausura.