Quince soldados iraquíes murieron el martes en un ataque llevado a cabo antes del amanecer contra un campamento del ejército que vigila un oleoducto en el norte del país, anunciaron un oficial de policía y un empleado de la morgue.

El campamento estaba situado cerca de Hamam al Alil, en el norte de la provincia de Nínive, precisaron las fuentes en Mosul, la capital provincial y una de las zonas más afectadas por la violencia en el país.

Este ataque contra un puesto de las fuerzas encargadas de la seguridad de una infraestructura importante recuerda al cometido el domingo en Tuz Jurmatu (norte), que dejó seis policías muertos.

Se produce cuando la violencia ha vuelto desde hace un año a niveles cercanos de los de 2008. Según el gobierno, sólo en el mes de enero murieron más de 1.000 personas.

Los ataques se concentran sobre todo en Bagdad y en las zonas mayoritariamente sunitas del oeste y el norte del país.

El martes, el presidente del parlamento Usama al Nujaifi, el dirigente sunita más importante del país, salió ileso de un intento de asesinato en Mosul.