El administrador del Canal de Panamá, Jorge Quijano, y el consorcio que realiza la ampliación de la vía, liderado por la constructora española Sacyr, mostraron este viernes su optimismo para alcanzar un acuerdo que permita reiniciar las obras, actualmente suspendidas.

“Mantenemos abierta la posibilidad de llegar a un acuerdo y para ello estamos haciendo este esfuerzo”, aseguró Quijano, después de que la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) enviara este viernes una nueva propuesta de cofinanciación al consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC).

GUPC “ha dado señales de esperanza para un acuerdo con la ACP para resolver los problemas de financiación que afectan al proyecto”, aseguró a su vez el consorcio.

El optimismo de las partes se produjo después del intercambio este viernes de sendas propuestas.

Según el consorcio “las conversaciones con ACP están en curso y se espera que continúen la próxima semana”.

Primero fue GUPC quien informó de la presentación de un plan que “recoge las inquietudes de la ACP al tiempo que proporciona los fondos necesarios para terminar la obra”.

Posteriormente la ACP lanzó una contrapropuesta que “permite viabilizar la continuación del proyecto”, donde la autoridad canalera y GUPC “aportarían recursos financieros para que se reinicien los trabajos a la brevedad posible”.

Sin embargo, pese a la nueva propuesta Quijano aseguró en un comunicado que la ACP se prepara “para tomar las acciones que nos permite el contrato para reactivar el proyecto”.

Los nuevos gestos se produjeron horas después de que GUPC anunciara este viernes la paralización de las obras, lo que ya había sido denunciada el miércoles por Quijano, tras la ruptura de las negociaciones.

La propuesta de la ACP obliga al consorcio a comprometerse con fechas específicas para la entrega de la obra (a cambio de extender los plazos del repago) y no permite los reclamos por sobrecostos fuera del contrato.

El anuncio se produce además el mismo día que ejecutivos de los bancos que financian la ampliación del Canal visitaron las obras.

Junto a Sacyr, participan en el consorcio la empresa italiana Impreglio, la belga Jan de Nul y la panameña Constructora Urbana. El consorcio reclama a las autoridades de Panamá los sobrecostes imprevistos en el proyecto a raíz de presuntas deficiencias en los informes geológicos proporcionados por la ACP.

La obra de construcción de un tercer juego de esclusas que debe permitir el paso de buques muchos mayores, cuyo avance es del 70%, acumula un retraso de 9 meses y no podrá ser inaugurada este año, como estaba previsto.

La nueva fecha prevista es 2015, pero los constructores consideran, según las estimaciones de la aseguradora Zurich, que la conclusión del proyecto se retrasaría entre tres y cinco años si no hay acuerdo.

Por otra parte una fuente del Departamento de Comercio aseguró este miércoles que Estados Unidos comparte con Panamá el “deseo de completar ese proyecto”.

Consecuencias económicas

El conflicto estalló el 30 de diciembre cuando GUPC amenazó con suspender los trabajos si no le pagaban los sobrecostos, amenaza que postergó en varias ocasiones.

El consorcio exige un 50% más del contrato inicial fijado en 3.200 millones de dólares por el diseño y construcción de las nuevas esclusas del proyecto de ampliación, el principal contrato de la obra.

El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, ha fustigado al consorcio y ha hecho un llamado a los panameños a “cerrar filas” en defensa de la autoridad del canal.

La crisis podría tener importantes consecuencias para la economía panameña porque compromete el futuro laboral de miles de obreros y podría disparar el costo y duración de las obras.

El Canal aporta a Panamá unos 960 millones de dólares anuales, cerca del 10% de los ingresos fiscales totales. Se estimaba que los ingresos adicionales por la ampliación ascenderían el primer año a 300 millones, a 400 millones en el segundo y a 2.000 millones de dólares en el tercero.

Inaugurado en 1914 por Estados Unidos y devuelto a Panamá en 1999, el canal panameño, por donde pasa el 5% del comercio mundial, tiene como principales clientes a Estados Unidos y China.