El Vaticano prometió “examinar minuciosamente” la condena pronunciada este miércoles por la ONU por no haber hecho lo necesario para frenar los casos de pedofilia en la Iglesia.

Al mismo tiempo, la Santa Sede rechazó como una “injerencia” algunos puntos de ese informe relacionados con las enseñanzas de la Iglesia en materia de contracepción y aborto.

“La Santa Sede toma nota de las Observaciones Conclusivas del Informe, las cuales serán minuciosamente examinadas y estudiadas”, indicó en un comunicado oficial.

En la nota, el Vaticano reitera “el compromiso de la Santa Sede con la defensa y protección del derecho de los niños, en el respeto de los principios promovidos por la Convención de Derechos del Niño y según los valores morales y religiosos de la doctrina católica”.

En su duro informe, la Convención de los Derechos del Niño, con sede en Ginebra, instó a la Santa Sede a retirar “inmediatamente” del sacerdocio a todos aquellos curas que han cometido abusos sexuales contra menores o que se sospecha que puedan haberlos cometido.

El informe de la ONU exige además a la jerarquía de la Iglesia que denuncie ante las autoridades civiles los casos, y critica las políticas adoptadas hasta ahora, que han permitido que el fenómeno de los abusos de menores por parte de curas perdure.

El informe fue publicado tras una audiencia celebrada el pasado mes en Ginebra (Suiza), en la que miembros del comité, compuesto por 18 expertos en derechos humanos de todo el mundo, interrogaron a una delegación del Vaticano sobre su política de lucha contra la pedofilia.

El representante de la Santa Sede ante la ONU, el arzobispo Silvano Tomasi, admitió que hay sacerdotes que cometen abusos sexuales y que el Vaticano sólo tiene potestad para perseguir esos delitos en su territorio, señalando que compete a las iglesias locales la tarea de denunciar a la justicia de cada país a los curas que abusen de menores.

Tomasi indicó haber apartado del sacerdocio a unos 400 religiosos en 2011 y 2012, durante el pontificado de Benedicto XVI, tras un aumento de las denuncias por abusos sexuales contra niños.

El comunicado del Vaticano rechazó en cambio como “un intento de injerencia” algunos puntos del informe de la ONU por afectar las enseñanzas de la Iglesia Católica sobre la “dignidad de la persona humana”, en particular el aborto y la contracepción.

El informe de la ONU manifiesta “seria preocupación” por las consecuencias negativas entre los adolescentes por la posición de la Iglesia sobre la contracepción y recomienda a la institución mayor atención en la educación sexual y prevención del sida en la escuelas católicas.