El ministro de Salud, Jaime Mañalich, comentó este martes que probablemente el Presidente Sebastián Piñera, a su regreso del viaje que realizará a Cuba, en donde asistirá a la II Cumbre de la Celac, presentará en el Congreso Nacional el veto a la ley que prohíbe el uso de timerosal en las vacunas.

El secretario de Estado explicó que si el Presidente Sebastián Piñera no envía un veto, “una ley supresiva cuando la Constitución lo mandata, que es a 30 días como máximo después que la Cámara ha despachado este proyecto al Ejecutivo, cosa que ocurrió el 15 de enero recién pasado, si no se veta, esto es ley de todas maneras de acuerdo al mandato constitucional el día 16 de febrero próximo”.

Mañalich dijo que “dicha ley de origen curioso, porque este tipo de leyes que implican mayor gasto público sólo pueden tener iniciativa en el Ejecutivo y esta ley se inicia por una moción parlamentaria que genera un enorme gasto para el Estado y evidentemente, incluso después del veto, podría ser sujeto a análisis del Tribunal Constitucional por el origen”.

El ministro agregó que “en segundo lugar, quiero ser enfático en señalar que nuestra posición al igual que la de todas las sociedades científicas de la OPS, de la OMS, coinciden que esta ley es muy mala ley de enorme riesgo para la salud de nuestros niños. Y hemos perseverado en esa posición desde hace al menos dos años en la discusión parlamentaria, en cada instancia en que hemos sido convocados, llámese en el Senado, en la Cámara de Diputados, en las comisiones, y lo hemos dicho públicamente en la sala del Senado, en todas partes”.

Mañalich dijo que el asunto del temor a la vacuna con Timerosal se origina en una investigación fraudulenta hecha y publicada por un doctor en una revista, publicación que luego tuvo que ser retirada y censurada porque los datos de origen eran falsos, no existía la publicación que el doctor reclamaba cuando hizo esta publicación.

El ministro explicó que esto generó “un pánico universal a la campaña de vacunación y efectivamente cuando se empezó a discutir este tema en nuestro país, nosotros veíamos con enorme temor que el terror infundado a la campaña de vacunación significara una caída dramática de la cobertura de vacunación en nuestra nación”.

“Sin embargo -agregó-, hasta aquí no ha ocurrido, mantenemos coberturas de vacunación extraordinariamente adecuadas. Hemos reforzado el programa de vacunación de coqueluche que se cubría mal con el antiguo programa y los riesgos sanitarios de sacar la vacuna de polio oral, de producir una vacuna o usar una vacuna menos inmunogénica para coqueluche son, si uno utiliza el concepto del principio precautorio, no hay donde perderse que la precaución mayor debe ser mantener la protección a nuestros niños contra polio y coqueluche”.