El gobierno de Obama propuso este viernes dos nuevos tipos de control federal de armas para asegurar que las bases de datos de control cuenten con más información sobre enfermos mentales, tras una serie de tiroteos de gran alcance en Estados Unidos.

El departamento de Justicia indicó este viernes que iba a proponer una clarificación de los textos federales que prohíben poseer un arma de fuego por razones psiquiátricas a las personas que han permanecido de forma involuntaria en centros especializados, internados o como pacientes externos.

La otra medida, adoptada por el departamento de Salud, levantaría ciertas restricciones sobre la transmisión de información personal a las bases de datos federales de antecedentes psiquiátricos a posibles compradores de armas.

Ambas medidas se suman a una serie de disposiciones ejecutivas anunciadas por Barack Obama tras el tiroteo de la escuela de Newtown, en Connecticut, en el que murieron 20 niños y seis empleados, en diciembre de 2012.

La masacre relanzó la batalla por reforzar la legislación de control de armas en Estados Unidos, algo que desde entonces solo un puñado de estados han llevado a cabo.

Las medidas nacionales emprendidas por Obama no lograron, sin embargo, la aprobación del Senado, debido a la feroz oposición de los defensores de la posesión de armas, un derecho constitucional en el país.

Sin embargo, en los primeros seis meses de 2013 tras la directiva presidencial, las agencias federales han suministrado más de 1,2 millones de historiales que identifican a personas a las que se les prohíbe comprar o poseer armas por razones mentales, informó la Casa Blanca.

Esta cifra supone un incremento del 23% respecto a los datos que las agencias federales tenían disponibles a finales de enero de 2013.

“Mientras que la gran mayoría de los estadounidenses que experimentan una enfermedad mental no son violentos, en algunos casos, cuando no reciben el tratamiento que necesitan, puede resultar en tragedias”, afirmó la Casa Blanca.

“La gran mayoría de estadounidenses apoyan estas medidas críticas, que protegerán a nuestros hijos y nuestras comunidades sin infringir los derechos de la Segunda Enmienda (a poseer y portar armas)”, agregó.