Al menos 10 civiles perdieron la vida este martes en la explosión de un obús disparado por el ejército sirio que impactó un autobús en Alepo, en una nueva jornada de una ofensiva contra los bastiones rebeldes de esta ciudad del norte de Siria, según una ONG.

El obús impactó contra el autobús en el barrio rebelde de Tariq al Bab, dijo el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que advirtió que el balance podía agravarse debido al estado de algunos heridos.

Entre las víctimas figuran dos niños y una mujer, según la ONG que cuenta con una amplia red de fuentes civiles, médicas y militares en el país.

Según el OSDH, un segundo obús cayó en la zona cuando los habitantes trataban de socorrer a las víctimas del primer ataque.

El domingo, la ONG afirmó que desde el 15 de diciembre, han muerto al menos 517 personas, entre ellas 151 menores, en ataques aéreos del ejército en las zonas rebeldes de Alepo y su provincia.

La mayoría murieron por los llamados “barriles explosivos” lanzados desde el aire por el ejército, según la OSDH y los militantes.

Los bombardeos aéreos de la excapital económica siria han sido condenados por varios países y organizaciones humanitarias internacionales. El régimen asegura que ataca a los “terroristas”, que se han mezclado con la población civil.

Alepo, uno de los principales frentes del conflicto que vive el país desde hace más de dos años y medio, está dividido desde el verano de 2012 entre los sectores rebeldes y las zonas controladas por el régimen.

Según la OSDH, el régimen trata de avanzar en los barrios rebeldes, situados en su mayoría en el este de Alepo, utilizando las mismas tácticas que utilizó para recuperar el control de otras ciudades.