Las autoridades británicas defendieron el lunes la polémica decisión de haber obligado a una mujer a someterse a una cesárea para retirarle el bebé, aduciendo que lo hicieron para proteger la salud de ambos.

La madre, una italiana que se encontraba en Gran Bretaña por razones de trabajo, fue operada en el verano (boreal) de 2012 para extraerle al bebé y entregárselo a los servicios sociales.

La iniciativa tenía la bendición de la justicia, que se amparó en los problemas psiquiátricos de la mujer, según detalles revelados por la prensa británica.

Concretamente, la madre, cuya identidad no ha sido dada a conocer, se encontraba en Inglaterra siguiendo un curso de formación profesional de una aerolínea.

De repente sufrió un ataque de pánico relacionado con su condición bipolar, y fue internada en un hospital psiquiátrico antes de que se le practicase la cesárea, explicó el semanario Sunday Telegraph.

El servicio de salud británico, que seguía a la madre desde el 13 de junio de 2012, decidió cinco semanas más tarde someterla a la operación por “el temor a los riesgos que pesaban sobre la madre y el niño”, explicó en un comunicado el lunes el consejo del condado de Essex (este de Inglaterra), donde la mujer seguía el curso.

Los servicios sociales “trabajaron con la familia (del recién nacido) antes y durante su nacimiento para determinar si alguien podía hacerse cargo”, se defendieron las autoridades.

“La seguridad a largo plazo de los niños y su bienestar son siempre la prioridad del consejo de Essex. No consideramos entregarlo en adopción hasta que no hayamos agotado todas las opciones”, prometieron.

La niña, que tiene 15 meses, sigue bajo tutela de los servicios sociales. Un diputado anunció que pedirá explicaciones en el parlamento.