La vejez debiera ser una etapa de la vida para disfrutar, descansar y aprovechar los años que quedan. Una vida entera de esfuerzos, desvelos y sacrificios, termina para muchos cuando llega el momento de la jubilación y ahí empiezan a disfrutar lo que han conseguido durante años de esfuerzo.

Incluso, se podría pensar que después que se jubila se acaban las deudas y los préstamos, sin embargo esto no siempre es así. Chile es el país más endeudado de Latinoamérica según un informe de la compañía alemana Allianz, y la tercera edad no escapa a esta realidad. Los abuelitos son constantemente tentados con ofertas crediticias y para ellos muchas veces se vuelven atractivas producto de lo bajo que resultan ser sus pensiones. El problema es que después no tienen como pagar y muchas veces les rematan sus hogares.

El economista y docente de la Universidad Central, Hernán Frigolett, señaló que esto sucede principalmente porque las pensiones son muy bajas, y muchas veces los abuelitos desean realizar actividades para las que no les alcanza el dinero que disponen.

“Esto no es sorpresivo, si uno analiza lo que ocurre con las tarjetas de tiendas comerciales”, añadió, apuntando a que tienen un monto muy pequeño y ya casi cualquiera puede optar por una aunque no registre ingresos.

Además, señaló que muchas veces la forma en que se ofrecen estos créditos es agresiva, y si se suma todo eso los abuelitos “caen rápido”. Ante esto, el especialista llamó a las familias a poner atención y a asistir a los abuelitos, para que no se arriesguen con un crédito que posteriormente no podrán pagar.

Escucha a continuación el detalle de la entrevista con el economista, realizada durante el programa Expreso Bío Bío: