Molestos se encuentran los médicos, pacientes y familiares de los enfermos que se atienden en el hospital San Borja, de Santiago, debido a las precarias condiciones en que se encuentra el recinto asistencial.

Mientras se interpelaba al ministro Mañalich el miércoles, una de las usuarias del establecimiento redactó una carta donde detallaba que no sólo hacía falta personal médico, sino que las condiciones de las instalaciones donde se atendía a su hijo eran horrendas. Sólo una pesa para toda la división, boxes sin puertas ni camillas y atención médica realizada en espacios transitorios son algunas de las falencias que reclama.

Guillermo Guzmán, médico neurólogo infantil del Servicio de Neuropsiquiatría del Hospital San Borja, conversó con Julio César Rodríguez en el programa Podría Ser Peor, donde comentó todas estas situaciones y detalló que hasta han tenido que protestar parando el tránsito para ser escuchados por las autoridades, que no modifican ni arreglan las instalaciones que se encuentran dañadas incluso desde el terremoto de 2010.

“Los médicos han tenido que salir a protestar en medio de la desesperación de que no los tomen en cuenta para mejorar la situación”, indicó Guzmán, quien indicó que el servicio que prestan tiene 71 años de historia y es único tanto en Chile como Latinoamérica.

Además, detalló que es un centro de alta complejidad donde se atiende a personas de todas las regiones, y el 95% de los pacientes corresponde al tramo indigente de Fonasa.

Escucha a continuación las declaraciones del médico, y las denuncias que realizaron usuarios del hospital en el programa Podría Ser Peor: