El papa estimó el sábado que el papel de la mujer en la Iglesia no de “servidumbre” sino de “servicio”, en un coloquio organizado en el Vaticano.

Según declaraciones retomadas por la agencia I-Média, Francisco, alejándose del discurso preparado para la ocasión, confesó; “sufro, si le digo la verdad, cuando veo, en la Iglesia o en algunas organizaciones eclesiásticas (…) que el papel de servicio de la mujer queda relegado al papel de servidumbre”

El papa argentino añadió que le gustaba pensar que la Iglesia no era masculina sino femenina: “la Iglesia es una mujer, una madre, eso es lo bonito, deberían meditarlo”, lanzó a los cerca de 150 participantes.

El papa se expresaba en un coloquio organizado por el Consejo pontifical para los laicos con motivo del 25º aniversario de la publicación de la Encíclica de uno de sus predecesores, Juan Pablo II, sobre la vocación de la mujer (Mulieris dignitatem).

Al asegurar que este texto suponía un “documento histórico, el primero del magisterio pontifical enteramente dedicado al tema de la mujer”, añadió: si “muchas cosas pueden cambiar y han cambiado en la evolución cultural y social”, queda “el hecho de que es la mujer la que concibe, la que lleva en su ser y da a luz a los hijos de los hombres”.

El papa también advirtió de los “dos peligros” que “mortifican a la mujer y a su vocación”.

Primero, “reducir la maternidad a un papel social”, y “a la inversa”, “promover una especie de emancipación que, para ocupar los espacios tomados por el masculino, abandona el femenino, y los preciados rasgos que lo caracterizan”.