Más de 130.000 unidades de fármacos falsificados o sin regulación sanitaria han sido decomisadas en los últimos tres años, evitando su comercialización en el mercado.

Así lo señaló el prefecto Óscar Rozas, jefe nacional de Delitos contra el Medio Ambiente, quien indicó que se trabaja en forma conjunta con el Instituto de Salud Pública para lograr los decomisos y detener a quienes los comercializan ilegalmente.

Gran parte de los medicamentos corresponden a sicotrópicos, y el prefecto Rozas dijo que se ha reforzado el trabajo de fiscalización, especialmente en las calles, donde se desarrolla el mayor número de ventas informales.

Según la Organización Mundial de la Salud, los países tienen una tasa promedio de venta de medicamentos falsificados entre un 6% y un 10%.

El director del Instituto de Salud Pública, Stephan Jarpa, subrayó que el consumo de medicamentos no certificados por la entidad o falsificados pueden poner en riesgo la vida de quien lo consume al no conocer su procedencia, dosis o los componentes con los que fue elaborado.

Junto a las ferias libres, la PDI y el ISP han controlado farmacias y droguerías, realizando 19 decomisos de productos informales. También la policía ha detectado 13 sitios web de venta irregulares de medicamentos no certificados o falsificados.

Además de los sicotrópicos, se ha detectado una venta indiscriminada de medicamentos para bajar de peso, lo que representa un serio riesgo para la salud al no contar con prescripción médica.