El Gobierno egipcio retiró este martes a los Hermanos Musulmanes de la lista de organizaciones no gubernamentales autorizadas, después de una orden judicial, informaron medios de comunicación oficiales.

La justicia egipcia prohibió el 23 de septiembre las “actividades” de los Hermanos Musulmanes, y ordenó la confiscación de los bienes de la influyente hermandad, de la que forma parte Mohamed Mursi, el presidente islamista destituido por el Ejército a principios de julio.

Esta prohibición se aplica a la cofradía -que no tiene existencia legal alguna- así como a la Asociación de los Hermanos Musulmanes, una ONG creada bajo la presidencia de Mursi y acusada de servir de fachada a los Hermanos, pero también a “toda organización que emana de ellos o es financiada por ellos”.

Primer presidente elegido democráticamente en Egipto, Mursi fue destituido el 3 de julio, después de unas manifestaciones que reunieron a millones de personas reclamando su marcha.

Desde entonces, el ex presidente está detenido en una lugar secreto, y sus partidarios se manifiestan a menudo para protestar contra lo que ellos consideran un golpe de Estado.

Las autoridades establecidas por el ejército reprimen con fuerza a los partidarios de Mursi: desde mediados de agosto, más de un millar de personas murieron y unos 2.000 hermanos musulmanes fueron detenidos, entre ellos casi todos sus líderes.

Los problemas en Egipto son generalizados desde la revuelta de 2011 que retiró a Hosni Mubarak del poder, pero los actos de violencia se han recrudecido significativamente desde julio.

El domingo, 57 personas murieron en los choques entre islamistas y fuerzas del orden, y casi 4.000 resultaron heridas.