El Presidente de la Corporación “Hornos de Lonquén”, Emilio Astudillo, destacó que más de dos mil personas asistieron este domingo al acto conmemorativo a 40 años del hallazgo de 15 campesinos en los hornos, que habían sido detenidos y luego hechos desaparecer, entre los cuales se encontraban Sergio Maureira y sus cuatro hijos.

El 7 de octubre de 1973 carabineros de la Tenencia de Isla de Maipo, a cargo del entonces teniente Lautaro Castro Mendoza, detuvieron a los 15 campesinos, los que fueron conducidos con vida hasta la comisaría, posteriormente sus familiares iniciaron una búsqueda que culminó cuando sus restos fueron encontrados en la minas de cal de los hornos de Lonquén.

El descubrimiento del 7 de octubre de 1978 permitió aclarar que los detenidos habían sido asesinados y sus restos escondidos. Las pericias lograron identificar a Sergio Maureira Lillo y sus cuatro hijos, Rodolfo Antonio, Sergio Miguel, Segundo Armando y José Manuel; Oscar Hernández Flores y sus hermanos Carlos y Nelson; Enrique Astudillo Álvarez y sus dos hijos Omar y Ramón; además de Miguel Brant, Iván Ordóñez, José Herrera y Manuel Navarro, cuyas edades fluctuaban entre los 17 y 51 años.

El presidente de la Corporación informó que el evento conmemorativo comenzó pasado el mediodía con un acto ecuménico presidido por monseñor Alfonso Baeza y posteriormente el homenaje continuó con un acto artístico-cultural, con la participación de artistas locales y nacionales, entre los cuales estaba la banda Los Tres y el grupo Sol y Lluvia.

Emilio Astudillo manifestó que “han participado muchos artistas nacionales y locales, pero lo relevante era recordar el hecho de que se cumplen 40 años de la detención y asesinato de nuestros familiares, hemos decidido como agrupación y familiares de las víctimas de Lonquén, desarrollar esta actividad para rendir un homenaje y, como todos sabemos, recordar es un acto de amor, por eso hemos venido al mismo lugar donde fueron encontrados, porque seguimos exigiendo justicia”.

Astudillo relató que “si bien los cuerpos fueron encontrados y los responsables llevados a juicio, los restos que habían sido dinamitados, fueron sacados del Instituto Médico Legal y enterrados en una fosa común, sin que se informara a las familias y los carabineros implicados se acogieron a la ley de Amnistía de 1978, lo que fue confirmado por la Corte Marcial en 1979, con lo que se cerró el caso. En 1980 el nuevo dueño del fundo decidió dinamitar los viejos hornos para evitar el peregrinaje que cada año se hacía para recordarlos”.

Cabe precisar que el 26 de marzo del 2010, después de realizar pericias sobre los restos que habían sido dinamitados y enterrados en una fosa común, sus familiares recibieron de parte del Servicio Médico Legal los cuerpos de catorce personas, y actualmente se continúa trabajando en la identificación de la última víctima.