Siria no cederá ante las amenazas de ataques occidentales ni aunque haya una tercera guerra mundial, declaró a la agencia France Presse el viceministro sirio de Relaciones Exteriores de ese país, Faisal Moqdad.

“El gobierno sirio no cambiará de posición ni aunque haya una tercera guerra mundial (…) Ningún sirio puede sacrificar la independencia de su país”, indicó la autoridad durante un diálogo con la agencia de prensa.

Asimismo dio a conocer que el gobierno ya tomó todas las medidas para enfrentar un ataque occidental, asegurando que no darán informaciones específicas de cómo van a responder a los ataques, pero afirmando que movilizarán a todos sus aliados frente al bloque franco-estadounidense.

“Estados Unidos moviliza a sus aliados para agredir a Siria. Pienso que por su lado Siria tiene el derecho de movilizar a sus aliados, que le ofrecen apoyos de todo tipo… La posición de Rusia no ha cambiado. Es una posición responsable de un amigo que está a favor de la paz”, dijo Moqdad.

Todo esto se da luego de la dura campaña impulsada por Barack Obama, para que el congreso de Estados Unidos apruebe una intervención en Siria tras el presunto uso de armas químicas contra población civil.

Obama acusó al régimen de Bashar al Assad de haber atentado contra su población y aseguró que si Estados Unidos no interviene, se pone el peligro la seguridad y se da incluso la posibilidad de abrir camino al terrorismo.

La Casa Blanca además se afirmó en el argumento de la libertad y de su deber como sostenedora de la seguridad, sin hacer “vista gorda” de los problemas que afectan a Oriente Medio y que a futuro puedan afectar a la comunidad mundial.

Esta intención de ataque ha sido repudiada nivel mundial, incluso en Norteamérica, donde según un sondeo de Pew Research Center for the People and the Press, una de cada dos personas (48%) se opone a ataques aéreos contra Siria, contra 29% que dice que está de acuerdo (23% no tiene una opinión).

Desde Rusia el mandatario Vladimir Putin ya abrió una puerta a las acciones militares, admitiendo que actuará sólo si se confirma con pruebas reales que hubo un ataque con armas químicas.

Putin aseguró que, en el caso de no tener dichas pruebas, cualquier intervención en Siria será considerada como una agresión, e incluso envió un duro mensaje al congreso estadounidense que se encuentra analizando la situación fuera de los lineamientos de la ONU.

Ampliaremos.