El brasileño Breno, ex jugador del Bayern de Múnich, condenado el año pasado a una pena de cárcel por causar un incendio en su casa, acudió este lunes por primera vez a su nuevo trabajo como entrenador asistente del equipo juvenil del club bávaro, aunque tendrá que volver a prisión cada día.

El brasileño, de 23 años, fue condenado por incendio voluntario en julio de 2012 a una pena de tres años y nueve meses de cárcel, después de quemar su lujoso domicilio en Múnich en septiembre de 2011.

Después de 13 meses entre rejas, Breno ha recibido permiso para salir de la cárcel cada día durante unas horas y entrenar al equipo sub-23 del Bayern. De esta forma, será recogido de la cárcel muniquesa de Stadelheim a las 8.30 de la mañana, y al cabo de cuatro horas de entrenamiento regresará a prisión sobre las 13.30.

“Me he convertido en una persona diferente. He aprendido mucho en la cárcel”, dijo Breno en una conferencia de prensa. “Mi mujer y mis hijos han estado apoyándome todo el tiempo”.

Su nuevo trabajo ha sido posible gracias a un programa de rehabilitación, acordado con las autoridades de inmigración y la fiscalía.

“Este período en la cárcel ha sido duro para mí, y estoy encantado de que el Bayern me dé esta oportunidad”, añadió el ex defensa, que tras cumplir su pena será deportado a Brasil, donde intentará seguir jugando.

“Hemos hecho todo lo posible para darle a Breno esta oportunidad en el Bayern”, dijo el presidente del club bávaro, Uli Hoeness.

Breno llegó al Bayern de Múnich en 2008 procedente del Sao Paulo por 12 millones de euros (16 millones de dólares). Después de jugar con regularidad, sufrió una lesión en la rodilla en marzo de 2010, cuando estaba cedido en el Núremberg, lo que le provocó una depresión.

El pasado mes, el seleccionador brasileño, Luiz Felipe Scolari, pidió una segunda oportunidad para Breno, y que se le ayudara a rehacer su carrera.