Una nueva agresión física se registró al interior del Hospital de Puerto Montt. En esta ocasión, tres guardias fueron víctimas de la furia de un usuario, a quien se le negó el acceso a la Unidad de Hospitalizados por no contar con autorización.

Recordemos que la semana pasada se supo de la agresión que recibió un médico del servicio de Urgencia de parte de un paciente que no quedó conforme con su atención médica, quedando el profesional con lesiones en su rostro. Y ahora, quedó en evidencia la agresión que sufrieron tres guardias de Mafura, la empresa externa que presta servicios de seguridad en el recinto médico, quedando dos de ellos con lesiones en su rostro.

La agresión la protagonizó un hombre que quiso ingresar al recinto para visitar a una mujer que estaba hospitalizada. Sin embargo, el acceso del individuo no había sido autorizado por el nivel administrativo, pese a solicitarlo dentro de un horario de visitas. Acto seguido y ya cuando se retiraba del hospital, el hombre agredió con un golpe de puño a una guardia, tras lo cual uno de sus colegas de seguridad la asistió para su protección, momento en el cual fue agredido violentamente en el rosto por el exaltado usuario.

La última de las agresiones la recibió un tercer guardia, cuando finalmente entre varios funcionarios se logró reducir al agresor, tras una prolongada persecución por los pasillos de la Unidad de Medicina. Jonathan Vargas, supervisor de la empresa de seguridad Mafura, dio cuenta que agresiones como éstas, y sobre todo otras de tipo verbales, son recibidas a diario por el personal.

El ejecutivo indicó además que el agresor fue entregado posteriormente a Carabineros por los propios guardias. Al respecto, el subdirector de Recursos Humanos del Hospital de Puerto Montt, David Chávez, señaló que la administración del recinto está consciente de todas las agresiones que a diario deben soportar los trabajadores del recinto, por lo que las reuniones con el Consejo Consultivo de Usuarios son periódicas para analizar el clima laboral y consensuar medidas.

Por su parte, la directora del recinto médico, Miriam Muñoz, enfatizó en que las agresiones más violentas son hechos aislados y responderían principalmente al desconocimiento de usuarios que llegan hasta el complejo asistencial sin presentar urgencias médicas. Reconoció, de paso, que tanto el trabajo directivo como el administrativo está más concentrado ahora en el nuevo recinto médico, aún en construcción.

Pese a esto, existen cuatro estrategias, dijo, para trabajar el clima laboral. Una asistente social, por ejemplo, está a cargo de educar a los usuarios con la categorización de las atenciones médicas; una sicóloga del progama “Hospital a Punto” está encargada de medir los niveles de satisfacción; el Comité de Gestión de Reclamos realiza mapeos integrales con la OIRS; y mensualmente se programan reuniones entre Recursos Humanos y el Consejo Consutlivo de Usuarios.