El reconocido director húngaro Zsolt Nagy, retornó al país para conducir la Orquesta Sinfónica de Chile en la conmemoración del centenario de la “Consagración de la Primavera”, obra maestra del afamado compositor ruso Igor Stravisky, destacada figura de la música del pasado siglo XX.

El público asistente a los dos conciertos realizados en el Teatro Universidad de Chile, coronó con ovaciones y aplausos la interpretación de la Sinfónica para una de las composiciones más extraordinarias de la música moderna. La velada se completó con el Concierto para flauta y orquesta “Diálogo con el espacio agredido”, del autor italiano Gabriele Manca, dedicada al solista Guillermo Lavado, quien realizó la obra en esta ocasión.

Nagy, director artístico principal de la Israel Contemporary Players desde 1999, y profesor de dirección orquestal en el Conservatorio de París desde 2002, afirmó que “la esencia de la música de La Consagración de la Primavera fue lo suficientemente fuerte para superar la mala recepción que pudo tener en sus comienzos, elemento que permite reconocer hoy su grandeza”.

Para el músico europeo en su obra, llevada también con gran éxito al ballet, “Stravinsky encuentra el idioma perfecto para expresar nuestra conexión básica e innata con la tierra. La grandiosa orquestación, y a veces el ritmo primitivo, crea una energía irresistible para el público”, señaló.

Además dijo que para los profesionales representa la mezcla de una construcción intelectual elevada, una instrumentación virtuosa, una elegante manera de resolver los problemas de composición, en cambio, para los miembros de la orquesta es el arte para hacer frente a las dificultades técnicas, esfuerzo que se premia finalmente con una experiencia catártica. “Todos estos elementos juntos en un buen equilibrio son probablemente los atributos de una obra maestra”, indicó.

El maestro se mostró feliz de las obras que condujo el pasado 9 y 10 de agosto, y también sobre la alabada ejecución de Guillermo Lavado, señalando que “estoy muy entusiasmado como cada vez que me enfrento a una nueva composición basadas en la idea del diálogo. Esto es expresado a través de ricos contrastes dinámicos entre las estructuras de sonido estático y los patrones rítmicos vivos que, en mi visión, simbolizan la lucha de un ser humano solitario que está en contra de un entorno de constricción y de la sociedad”.

El director Zsolt Nagy dirigirá un segundo programa junto a la Orquesta Sinfónica de Chile, con un repertorio clásico que contempla la Sinfonía n° 6 Le Matin de Franz Joseph Haydn; la Sinfonía n° 38 Praga de Wolfgang Amadeus Mozart y la Sinfonía N° 1 de Felix Mendelssohn.

Sobre el concierto del viernes 17 y sábado 18 de agosto, el director visitante comentó: “la Sinfonía de Haydn y los únicos tres movimientos de la Sinfonía de Mozart, forman una primera parte del programa. Le Matin de Haydn está compuesto como música de cámara con una gran cantidad de solos, en los que los mismos músicos de la orquesta pueden ser considerados solistas y pueden mostrar su virtuosismo”.