Una madre y su compañero polaco fueron condenados el viernes a cadena perpetua por un tribunal británico, tras haber torturado y matado al hijo de cuatro años de la mujer, tras meses de “abyectos” maltratos.

Venidos de Polonia en 2006, Magdelena Luczak, de 27 años, y Mariusz Krezolek, de 34 años, hicieron vivir un verdadero calvario a Daniel Pelka durante al menos seis meses en su casa de Coventry, antes de matarlo a golpes en marzo pasado.

El detalle de los maltratos y privaciones, revelados durante un juicio que duró nueve semanas, ha conmocionado al Reino Unido y provocado interrogantes sobre cómo no intervinieron los servicios sociales.

Antes de ser encontrado muerto a consecuencia de una hemorragia cerebral, Daniel fue víctima de “actos de crueldad y de brutalidad inimaginables durante numerosos meses”, “actos profundamente chocantes y perturbadores” , declaró el juez que condenó a la madre y al padrastro a cadena perpetua, con 30 años de obligado cumplimiento.

“En ningún momento he observado la más mínima señal de arrepentimiento en ninguno de vosotros dos”, añadió el juez.

La pareja privó al pequeño de comida hasta tal punto que sus huesos dejaron de crecer. También recibía palizas, le obligaron a tragar sal para forzarle a vomitar y le mantuvieron la cabeza bajo el agua hasta perder el conocimiento.

El pequeño murió de una hemorragia cerebral provocada por un golpe en la cabeza. La pareja esperó 36 horas antes de llamar a los servicios de emergencia. La autopsia reveló 23 heridas en el cuerpo de Daniel, que no pesaba más que 10,7 kilos.