Una clasificación contundente para las semifinales y la eliminación de su teórico gran rival, España, permitieron que la noche del sábado fuese muy favorable para la selección Sub 20 de Francia, que ahora queda en una posición ideal para conquistar su primer Mundial de la categoría.

Los miedos y dudas de los primeros días se han convertido en ilusión y esperanza en el vestuario de Pierre Mankowski, ya que después de una primera fase irregular (una victoria, un empate, una derrota), el equipo ha encadenado dos goleadas en las rondas de eliminación directa, 4-1 al anfitrión turco en octavos y 4-0 a Uzbekistán el sábado en los cuartos de final.

El miércoles, los ‘Bleuets’ se enfrentarán en semifinales a Ghana, que este domingo venció a Chile con un gol en el descuento de la prolongación, por 4-3.

Francia ha pasado del temor a ser la gran decepción a ser considerados los favoritos, aunque eso tiene un valor relativo en una competición tradicionalmente abonada a las sorpresas y donde España, hasta el sábado considerada el gran equipo a batir, está eliminada tras perder 1-0 ante un brillante equipo de Uruguay.

Los franceses acumulan ocho goles en dos partidos y en los últimos días sueñan en grande, conscientes de estar ante una gran oportunidad para saldar una deuda histórica.

“En el juego es verdad que hemos despertado con los partidos de eliminación directa. En los partidos de la fase de grupos no habíamos encontrado nuestro juego, nuestro fútbol. Ahora, si pierdes te vas directamente y estamos diez veces más concentrados, con todavía más determinación y voluntad. Ahora vamos a intentar ir lo más lejos posible, hemos venido para eso”, explicó el capitán y estrella del equipo, Paul Pogba.

“Estamos mejorando nuestro juego. Desde el principio hemos dicho que queríamos llegar a la final y ganarla”, subrayó por su parte el defensa Samuel Umtiti, otro de los pesos pesados del equipo.

Mankowski, intentando en todo momento evitar caer en la euforia o en transmitir un exceso de confianza, no podía negar la evidencia de que Francia tiene una ocasión perfecta para poder ser el campeón.

“Siempre hemos dicho que queríamos ir lejos”, declaró el seleccionador, especialmente satisfecho con el dominio de sus jugadores, en un partido donde todo se puso pronto muy a favor de los suyos.

Todos los indicadores están en verde y sin ninguna señal de alarma encendida.

En el plano ofensivo, todo funciona, con Yaya Sanogo con 4 tantos y el esperado despertar de Florian Thauvin, que consiguió ante los uzbekos su primer gol en este Mundial. A ello se suma una dupla Paul Pogba-Geoffrey Kondogbia en el centro del campo, seguramente sin equivalente en la competición.

La defensa es cierto que no tuvo que esforzarse mucho ante Uzbekistán, pero por lo menos el equipo consiguió mantener el arco a cero, algo que destacó especialmente Mankowski.

Pero si hay algo que ha catapultado las opciones de Francia es la eliminación de su “mejor enemigo”, España, eliminada por Uruguay, que teóricamente podría ser el rival en una eventual final.

España había sido el verdugo de esta ‘generación del 93′ en las semifinales de la Eurocopa Sub 19 del pasado año y se había impuesto a ella por 2-1 en la primera fase de este Mundial, por lo que no verse más las caras con ellos es algo que ha alegrado a los integrantes de la delegación francesa.