Hace una semana Microsoft recibía uno de los golpes más duros que ha enfrentado en la épica competencia de las consolas para videojuegos, al ser prácticamente aplastado por Sony durante la presentación del E3 2013.

Lo anterior, luego de que la empresa norteamericana confirmara el lanzamiento de su Xbox ONE, con características que impedían compartir tus videojuegos y que te obligaban a conectarte a internet al menos una vez al día para poder disfrutar de la consola.

Si bien el nuevo juguete de Microsoft logró generar entusiasmo por su potencia gráfica y títulos exclusivos, su gran momento fue eclipsado por Sony y su infartante presentación.

En la instancia los gigantes japoneses -al fin- dieron a conocer las características de la esperada Play Station 4 que, a pesar de tener un aspecto no muy atractivo que recuerda a las antiguas videocaseteras, fue presentada con un precio considerablemente menor (399 dólares) y sin los impedimentos de la nueva Xbox, es decir, con la posibilidad de jugar offline y de prestar o vender los videojuegos de segunda mano. Incluso se dieron el tiempo para ‘trollear’ a la empresa fundada por Bill Gates con un tutorial para compartur tus videojuegos.

Tras esto los chicos de Microsoft tuvieron tiempo para pensar y, al parecer, lo ocuparon al máximo, pues según señalaron, tras escuchar a sus usuarios decidieron eliminar varias de estas políticas de privacidad que dejaban al usuario casi un papel de “arrendatario” de videojuegos.

“Mi equipo y yo hemos escuchado a muchos de ustedes y hemos leído sus comentarios. Me gustaría aprovechar esta oportunidad para agradecerles por su ayuda y permitirnos replantear el futuro de Xbox One”, señaló Don Mattrick, Presidente de Entretenimiento Interactivo de Negocios de Microsoft.

“Nos dijeron lo mucho que que les gusta la flexibilidad que tenemos hoy con los juegos y lo importante que es tener la posibilidad de prestar, compartir y revenderlos a su gusto. También recalcaron la importancia de la libertad para jugar offline en cualquier tiempo y en cualquier lugar”, agregó.

Por lo anterior el ejecutivo dio a conocer que Xbox One ya no tendrá todas las opciones restrictivas que tanta polémica causaron en un principio, permitiendo jugar, compartir, prestar, y revender los juegos tal y como que hacen hoy en día con Xbox 360.

Asimismo, Mattrick aseguró que la nueva consola ya no requiere una conexión a Internet para jugar offline, aunque sí solicitará una verificación inicial de actualizaciones al jugar un nuevo título.

Finalmente indicó que no habrá restricciones regionales para los videojuegos, por lo que podremos disfrutar de ellos en cualquier lugar del mundo y en cualquier consola Xbox One.

“Estos cambios tendrán un impacto en algunos de los escenarios previamente anunciados para Xbox One. El intercambio de juegos funcionará tal cual se hace hoy en dia, simplemente con compartir el disco”, sentenció la compañía.