Con el robo de un alisador de pelo el 19 de abril pasado se iniciaron las diferencias entre cinco alumnas del Liceo A-21 de Talcahuano. Conflictos que terminaron con cuatro de ellas expulsadas.

La primera por el supuesto robo, mientras que las otras resultaron con la cancelación de sus matrículas tras denuncias por hostigamiento y amenazas de la supuesta víctima, lo que concluyó con una gresca al interior de la sala de clases.

Según denunciaron las propias estudiantes, que cursaban tercer año medio, fueron notificadas junto a sus apoderados de la drástica decisión sin derecho a explicar lo ocurrido.

Luis Aguilera, uno de los apoderados, acusó mala gestión por parte de la dirección del establecimiento debido a que la Fiscalía aún no determina responsabilidades en los hechos.

Por lo mismo, los tres padres solicitaron a la Superintendencia de Educación del Bío Bío que se revise la sanción. Nadia Espinoza, otra de las apoderadas, sumó nuevos antecedentes.

Desde la fecha de la expulsión los apoderados han enviado cartas denunciando lo que calificaron como una medida injusta y aseguraron que no dejarán de hacer gestiones hasta que las jóvenes sean reintegradas al establecimiento.