La oposición siria denunció las “amenazas” del Hezbolá chiita libanés, cuyo jefe advirtió de la posible intervención directa de su movimiento y de Irán en el conflicto en Siria, en el bando del régimen del presidente sirio Bashar al Asad.

“Los sirios y los libaneses esperaban (…) que el mando del Hezbolá cesara sus ataques en Homs y en Damasco y que se diera cuenta de la gravedad de la situación en la región”, señala un comunicado de la Coalición de la oposición.

“Pero no escucharon más que amenazas (…) y una confesión sobre la injerencia en los asuntos sirios”, añade el texto difundido por la noche.

El jefe del poderoso movimiento chiita, Hasá Nasralá, aliado del régimen sirio, admitió el martes por primera vez la intervención de sus tropas en la región de Qusair (centro de Siria), donde afirma defender aldeas habitadas por libaneses, y en el enclave religioso chiita de Sayeda Zeinab, al este de Damasco.

También advirtió que los “Amigos de Siria” (refiréndose a su partido y a Irán) no permitirán la caída del régimen y si hiciera falta se verían “en la obligación de intervenir” sobre el terreno.

La oposición llamó al gobierno libanés “a poner fin inmediatamente a las operaciones militares atribuidas al Hezbolá en las regiones próximas a la frontera siria”, según el comunicado, que acusa al partido de “mantenerse al lado del régimen de Asad en su guerra contra el pueblo sirio”.

El jefe del Hezbolá se dirigió en su discurso a la rebelión siria, a la que dijo: “No vais a poder tumbar el régimen militarmente, la batalla es todavía larga”.