Expertos marinos aseguran que virus en salmones de Aysén nunca desapareció del país

Biólogos y expertos marinos aseguran que el virus ISA –que afecta actualmente a dos plantas de cultivo de salmones en la región de Aysén– nunca desapareció completamente del país.

Afirman que los empresarios del salmón no han sido responsables para enfrentar esta situación, ya que no han mantenido un buen manejo sanitario ni ambiental de la industria.

A pesar de que las autoridades han reiterado que la presencia del virus en dos plantas de cultivo del sur del país está focalizada y controlada, expertos en el tema afirman que la situación es más compleja de lo que se presenta.

El director regional de Aysén del Servicio Nacional de Pesca, Rodrigo Balladares, afirmó que las medidas de bioseguridad aplicadas a la industria del salmón permitieron detectar la baja incidencia de una cepa de menor virulencia que la que afectó al sector en el 2007.

Pero ¿cuál es la responsabilidad de la industria en este nuevo brote? Actualmente existe una alta densidad de salmones en las plantas de cultivo, lo que se suma a la fuerte presencia de Caligus o “piojo de mar” –que provoca el debilitamiento de los peces– que genera la situación propicia para que exista la reaparición de la Anemia Infecciosa del Salmón, o el demonimado virus ISA.

Este es el panorama que entrega el director ejecutivo de Ecoceano, Juan Carlos Cárdenas, quien afirmó en conversación con Radio Bío Bío, que existe un pobre manejo sanitario y ambiental de la industria salmonera.

Para Cárdenas, esta situación empeora aún más cuando no existe una legislación capaz de contar la cantidad de cultivo de esta especie por parte de las empresas.

Esta postura es compartida por el biólogo de la Universidad de Chile y asesor de la Fundación Pumalín, Héctor Kol, quien afirmó que luego de un informe sanitario que realizaron de la industria salmonera, se pudo corroborar que el virus ISA nunca desapareció complemente de nuestro país.

Kol tambien criticó fuertemente la situación financiera que presenta la industria del salmón, ya que –aseguró– la banca privada ya no confía en su supuesto éxito financiero.