La derrota ante Ecuador, en Manta, determinará que Chile deberá jugar en setiembre ante República Dominicana por no descender a la Zona Americana II el año venidero. Hasta ahí lo puramente formal, lo que marca una caída en el juego de tres días por la zona americana I.

Pero esta defección en el resultado logrado por Ecuador (3-2 en el global para los locales) frente al equipo presentado por Belus Prajoux presenta, aunque suene optimista frente al dolor de una derrota, aristas positivas. Sin duda alguna la participación de Christian Garín como singlista titular en los partidos del viernes (perdió en 5 sets ante Julio César Campozano, 197 del ránking de ATP) y del domingo (cayó en el punto decisivo en 4 sets ante Emilio Gómez, 599 del ránking ATP) marca ahora sí el definitivo camino de la requerida renovación en el tenis chileno.

Garín arribó a este match frente a los del Pacífico con 4 partidos disputados en el rango ATP durante 2013 con dos victorias y dos derrotas (en el ATP de Viña del Mar y en el Challenger ATP Cachantun Cup de Santiago), y entre estas presentaciones una en el Abierto de Australia como junior.

Quiere decir que todavía transita ese camino, el de los juveniles, con inserciones en el profesionalismo. De hecho en el que será su último año en la categoría formativa se presentará en el abierto de Francia junior (aunque una versión indica que el grupo que lo maneja, Carlos Costa-Rafael Nadal, estarían negociando con las autoridades del célebre torneo parisino un wildcard para jugar la clasificación al cuadro principal, lo que de resultar le otorgaría un mayor crecimiento a su ya incipiente carrera.), en el abierto de Inglaterra y en el US Open, cerrando de esta forma su actividad en dicha categoría.

Actualmente es el 15 del mundo en el ránking de la ITF y de realizar buenas actuaciones en los mencionados certámenes podría finalizar entre los mejores 5, un sitial que ya conocieron Marcelo Ríos (fue número 1 del mundo en 1993), Nicolás Massú y Fernando González.

Christian Garín NO tenía la obligación de salvar al equipo chileno. NO tenía la obligación de darle los puntos de victoria. Sólo tenía que jugar bien, mostrar su nivel de adolescente de 16 años ya inserto en el gran mundo de este juego, hacerlo suelto, sumar horas en cancha en este difícil mundo de la Copa Davis, para llegar en 3 ó 4 años más a convertirse en el jugador clave del representativo chileno en el que seguramente estará acompañado por Gonzalo Lama y un par de jugadores chilenos más que están trabajando en buen nivel en el aspecto formativo y de competición.

De eso se trata, de obtener la experiencia que únicamente se obtiene jugando partidos de este nivel desde joven, desde los comienzos de la carrera. Por supuesto, no todos los jugadores que comienzan a descollar en el profesionalismo están capacitados para integrar un equipo en Copa Davis. Garín tiene, precisamente, juego y carácter ya demostrado, aún a los 16 años, para sobresalir sobre el resto. Servicio, derecha, revés a dos manos y además, piensa…

La derrota no es el fin del mundo. Con el actual nivel de los jugadores nacionales (Paul Capdeville es el mejor chileno en el ránking de la ATP, y está cerca del puesto 160…) no debe pretenderse más. Esto es lo que hay, por ahora. Lo necesario es la participación de los Garín y los Lama y los Saéz, que están creciendo, para volver a las glorias de González y Massú…