El líder de la rebelión centroafricana Seleka, Michel Djotodia, que tomó el poder en Bangui el domingo, anunció su intención de suspender la Constitución y que legislará por decreto para dirigir la transición del país, en un discurso pronunciado ante la prensa el lunes.

“Creo necesario suspender la Constitución del 27 de noviembre de 2004, disolver la Asamblea Nacional así como el gobierno. Durante este periodo de transición que nos conducirá a elecciones libres, creíbles y transparentes, legislaré por decreto”, declaró.

La coalición Seleka tomó la capital, Bangui, y derrocó el domingo al presidente François Bozizé, que se refugió en Camerún, según la presidencia de ese país.

Aunque Djotodia no se autoproclamó de manera explícita presidente de la República, actúa claramente como el nuevo jefe del país.

“Respetando el espíritu de los acuerdos de Libreville, prorrogaré al primer ministro (Nicolas Tiangaye), jefe del gobierno de unión nacional en sus funciones”, declaró.

Los acuerdos de paz firmados el 11 de enero en Libreville desembocaron en la formación de un gobierno de unión nacional con representación del clan en el poder, rebeldes y oposición. Pero los rebeldes afirman que los acuerdos no fueron respetados por Bozizé.

“Nos comprometemos a conducir los destinos del pueblo centroafricano durante este periodo de transición consensuada de tres años conforme a los acuerdos políticos de Libreville”, añadió Djotodia.

“Ahora vamos a conducir por el pueblo centroafricano durante este período de transición de tres años acuerdos consensuados de acuerdo con las políticas de Libreville”, dijo, antes de enumerar los principales objetivos del nuevo gobierno, incluyendo “restaurar la paz” .

“De hecho, Michel Djotodia es el nuevo presidente. Lo oposición lo reconoce”, dijo por su parte el portavoz del gobierno de unidad nacional, Crépin Mboli Goumba, opositor del régimen de Bozizé, contactado por la AFP.

De unos 60 años de edad, Djotodia, un ex funcionario y diplomático -fue cónsul de su país en Sudán – optó por la rebelión y se convirtió en uno de los principales líderes desde 2005.

La noche del lunes, el Consejo de Seguridad de la ONU “condenó firmemente la toma de control por la fuerza” del gobierno de la República Centroafricana y reclamó “la restauración del orden constitucional” y la aplicación de los acuerdos de Libreville.

En una declaración, los 15 países miembros del organismo denuncian la violencia y los saqueos tras la toma de Bangui, la capital centroafricana, el fin de semana, por los rebeldes de Seleka, y la muerte de soldados sudafricanos en los combates.

Además, piden “a todas las partes abstenerse de todo acto de violencia contra los civiles”, especialmente los residentes extranjeros, facilitar “un acceso sin restricciones” al territorio a la ayuda humanitaria y el “respeto pleno” de los derechos humanos.

El Consejo de Seguridad advirtió a los autores de agresiones, en particular a los culpables de violencias sexuales y de enrolar a niños como soldados, que serán considerados responsables y que ese tipo de “crímenes” son pasibles de ser juzgados por la Corte Penal Internacional (CPI).

Los miembros del Consejo recuerdan además que los acuerdos de Libreville, firmados en enero pasado entre el gobierno y la oposición, encargan al gobierno de unidad nacional “la convocatoria a elecciones legislativas”.