Tres personas murieron y un centenar resultaron heridas, entre ellas numerosos escolares, como consecuencia de un atentado suicida perpetrado en una ciudad del norte de Irak.

El ataque cometido por un kamikaze en un vehículo bomba, tenía como objetivo la comisaría de Dibis, a unos 55 km al noroeste de la ciudad de Kirkuk.

Dos policías y una mujer murieron a causa de la explosión, indicó Abdalah Al Salehi, un responsable de distrito de Dibis. La comisaría está ubicada cerca de una escuela kurda para niñas y “hay muchas alumnas entre el centenar de heridos contabilizados”, agregó Salehi.

Aunque el nivel de violencia entre distintas corrientes religiosas ha disminuido en Irak desde 2008, siguen produciéndose cotidianamente incidentes de ese tipo.