La Comisión de Evaluación Ambiental del Bío Bío expuso nuevamente los antecedentes del proyecto termoeléctrico, a los integrantes de la instancia para realizar la futura votación, que aún no tiene fecha. Vecinos de la comuna de Arauco manifestaron su disconformidad con lo realizado por la autoridad.

Luego que la Corte de Apelaciones de Concepción calificara la aprobación de la Central Termoeléctrica Pirquenes como ilegal y arbitraria, tanto la comisión evaluadora como los dueños del proyecto apelaron a la Corte Suprema; instancia que ordenó, en forma definitiva, repetir la votación, dejando además, en manos de la Comisión Técnica la eventual solicitud de un Estudio de Impacto de Ambiental a los empresarios, y no una simple declaración.

El director del Servicio de Evaluación Ambiental en la región, Bolívar Ruiz, explicó que lo realizado en la instancia fue informar nuevamente a todos los seremi sobre los antecedentes del proyecto, para fundamentar la votación en forma correcta, tal como lo solicitó la Corte Suprema, especialmente cuando hay nuevos integrantes en el gabinete regional, como John Reid de Obras Públicas y Marianne Hermanns de Medio Ambiente.

Bolívar Ruiz aprovechó la oportunidad para aclarar que lo que sugiere el servicio, es realizar un Estudio de Impacto Ambiental, documento que también recibió en estos últimos días la Municipalidad de Arauco.

El alcalde Mauricio Alarcón estuvo en la sesión y señaló que es contundente que desde el SEA se indique que es necesario un Estudio de Impacto Ambiental para concretar el proyecto, agregó que los empresarios detrás de Pirquenes sólo quieren ganar dinero.

Virginia Pérez, presidenta de la Junta de Vecinos del sector El Pinar en Laraquete, señaló que lo que piden es que se realice un estudio y no sólo una declaración. Advirtió que seguirán de cerca el proceso para que la próxima vez que se vote, se haga con fundamentos.

Por ahora quedó pendiente la fecha de una votación y es el presidente de la comisión, el intendente del Bío Bío Víctor Lobos, quien debe asignar día y hora en el calendario para votar otras vez, pero con fundamentos.

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